Al menos cuatro presidentes de América Latina fueron incluidos en la lista de 37 “depredadores de la libertad de prensa”, por las acciones de sus gobiernos contra periodistas, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras.
Entre los señalados como enemigos de los comunicadores, por reprimir a quienes desempeñan esta labor, se encuentra Daniel Ortega, de Nicaragua, quien en menos de un mes provocó la aprehensión de 21 opositores, entre ellos periodistas, y el exilio de algunos integrantes del sector.
También aparecen Nicolás Maduro, de Venezuela, Miguel Díaz-Canel, de Cuba, y Jair Bolsonaro, de Brasil; este último es la primera vez que es incluido en esta lista.
Reporteros sin Fronteras indicó que estos regímenes “imponen una represión masiva mediante maquinarias de censura, encarcelamiento arbitrario de periodistas o incitación a la violencia” y agregó que algunos de los enlistados incluso tienen “sangre de periodistas en sus manos”.
Al respecto, el secretario general de la organización, Christophe Deloire, lamentó que siga al alza el número de líderes mundiales represores de la libertad de expresión.
¿Por qué aparecen en la lista?
El mandatario nicaragüense, quien busca una nueva reelección en noviembre próximo, es acusado por provocar censura y asfixia económica contra el gremio, a quien ha descalificado como terrorista, al igual que su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Se detalla que recurre a amenazas, persecución, campañas de acoso y hasta encarcelamientos arbitrarios para silenciar a los no oficialistas, con lo que refuerza las acciones emprendidas en 2018 cuando provocó el cierre de varios periódicos al quitarles tinta, papel y caucho para la impresión.
En tanto, Jair Bolsonaro, en apenas unos años de gestión, se ha caracterizado por insultar, estigmatizar y denigrar a los periodistas críticos, especialmente a mujeres; muestra de ello son 180 ataques contabilizados tan sólo contra el canal Globo, al que acusa de intentar destruir al país.
Del cubano Díaz-Canel, quien está por cumplir dos años en el cargo, señala que ha cometido detenciones, acoso, registros domiciliarios ilegales en contra de quienes no siguen la línea oficial, similar a lo que ocurre con Ortega y hay especial vigilancia de su administración a periodistas independientes.
Mientras que del sucesor de Hugo Chávez da cuenta de una política orquestada para despojarlos de sus espacios y hasta confiscarles sus equipos, hecho que comenzó en 2017, periodo en el que múltiples medios han cerrado o sólo se mantienen en su versión digital, luego de que se les arrebatara el material para su impresión.
Dichas acciones no sólo afectan a periodistas locales, sino a los extranjeros, pues varios de ellos han sido detenidos, expulsados o interrogados por el régimen, pues Maduro los ha tachado de “mercenarios”.
