Un hombre pakistaní de nombre Izram Ali siguió su instinto de emprendedor y tomó la decisión de comprar un terreno en la Luna. Aunque pensó que se trataba de una inversión con proyección a futuro, no sabía que en realidad hay alrededor de 6 millones de personas que, como él, dieron su dinero para poseer una pequeña parte del satélite natural.
Todo comenzó cuando Izram vio un anuncio en redes sociales en donde se promocionaba la venta de "terrenos" en la Luna, lo que parecía una gran oportunidad porque sólo debía invertir 138 dólares para hacerse acreedor, informó a un medio de su país.
Tras realizar el depósito a la empresa Lunar Company, recibió un certificado de ´propiedad en el cual se declaró a Izram como dueño de las hectáreas numeradas del 1393 al 1397, ubicadas en la cara visible de la Luna, específicamente en la zona conocida como "El Mar de los Vapores".
Los documentos le fueron enviados por correo tradicional, por lo que todo parecía el negocio perfecto, pero Izram olvidó un importante detalle: La Luna, como cualquier otro planeta, estrella o cuerpo celeste, no le pertenecen a nadie, sino que son patrimonio de la humanidad.
Más de 6 millones han invertido para ser "propietarios" de un terreno en la Luna
La ilusión de adquirir un fragmento de la Luna no es actual, sino que se remonta a la década de 1980 cuando el empresario Dennis Hope reclamó al satélite natural como suya sin ningún fundamento.
A pesar de que no hay algún documento oficial que decrete a Hope como dueño de al menos alguna parte de la Luna, el empresario decidió incursionar un negocio de venta de lotes en el astro.
La empresa que surgió de esta idea es Lunar Embassy, la misma que "estafó" a Izram para hacerle creerse como dueño de una parte de la Luna.
A pesar de que se trata de tan sólo una "ilusión" y no de un trato legal, para la década de los ochenta Hope aseguró vender 600 propiedades en dos semanas y, para la época actual, la cifra ha aumentado a más de 6 millones de personas, según el empresario.
