Wilder, el pequeño migrante hondureño que fue abandonado en Veracruz, fue recibido por su familia con un pastel y fuegos artificiales, luego de salir de su comunidad el mes pasado en compañía de su padre, con el objetivo de encontrar mejores oportunidades.
Tras casi un mes de estar bajo custodia de autoridades mexicanas, que lo encontraron semidesnudo y llorando en una apartada carretera, el pequeño migrante de tan solo dos años de edad volvió a casa con su madre, Lorena García, quien lo esperaba con brazos abiertos.
"Ya no, nunca más voy a dejar que mi niño se vaya. Estoy feliz de tenerlo conmigo", dijo el sábado la joven madre campesina en una entrevista telefónica con Reuters. "Comiendo frijoles y maíz vamos a salir adelante", sentenció.
Familiares del niño migrante abandonado en México le dan la bienvenida a su hogar
Aunque se tenía previsto que el pequeño migrante se reencontrara con el resto de su familia el viernes, por la falta de un documento permaneció un día más junto con su madre, en un centro de atención a migrantes en San Pedro Sula, tras aterrizar en un vuelo proveniente de México.
Abuelos, tíos y primos ya esperaban al pequeño migrante para recibirlo con un cartel con la leyenda "Bienvenido Wilder". Al verlo, lanzaron al aire petardos para celebrar su llegada.
Lorena García, a quien se le vio feliz cargando a su hijo, lamenta no poder estar reunida también con su esposo Noel Ladino, quien asegura actualmente se encuentra detenido en México. "Yo espero que él regrese para que también nos ayude", dijo.
Hasta ahora no está claro en qué momento Ladino y su hijo se separaron ni por qué el niño migrante hondureño terminó solo junto a un camión de carga en el que viajaba junto con decenas de migrantes que buscaban llegar a Estados Unidos.
A pesar de los llamados de autoridades para detener la migración indocumentada, cada año miles de migrantes centroamericanos como Wilder y su padre, y también muchos menores viajando solos, atraviesan México con la intención de llegar a Estados Unidos.