En Nueva Zelanda

Ciudadanos despiden a orca bebé que murió tras separarse de su madre

Durante el amanecer, despidieron a la orca bebé que quedó varada en las costas de Wellington; pese a los esfuerzos no pudo regresar con su madre

Ciudadanos despiden a orca bebé que murió tras separarse de su madre.
Ciudadanos despiden a orca bebé que murió tras separarse de su madre. Foto tomada de Twitter: @ProjectJonah

Este sábado, habitantes de Nueva Zelanda se despidieron de Toa, una orca bebé que perdió la vida tras separarse de su madre hace dos semanas cerca de las costas de Wellington.

A través de un comunicado, el Departamento de Conservación del país compartió que durante el amanecer, al menos 70 ciudadanos acudieron al Plimmerton Boating Club para despedirse de la orca bebé.

Para el último adiós de Toa, los asistentes entonaron oraciones y canciones maoríes, conocidos como karakia y waiata, respectivamente; tras finalizar el evento, la cría fue enterrada.

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La historia de esta orca bebé dio la vuelta al mundo, pues aunque los ciudadanos de Nueva Zelanda hicieron todo lo posible para el bienestar de la cría, lamentablemente perdió la vida la noche del 23 de julio.

En el comunicado del Departamento de Conservación, también se agradeció a todos los involucrados que ayudaron a cuidar de Toa, entre los que destacaron a "un equipo de más de 40 expertos internacionales y nacionales", además de los ciudadanos.

Sin embargo, Ian Angus, gerente del departamento, señaló que pese al esfuerzo "no iba a ser fácil devolver a Toa a su manada, que podría estar en cualquier lugar alrededor de Aotearoa. Nuestro objetivo era devolverla a su manada natal, pero lamentablemente no pudimos lograr ese objetivo".

Así llegó la orca bebé a Nueva Zelanda

Toa llegó a las costas del norte, cerca de Wallington, el 11 de julio tras extraviarse de su madre y su manada, por lo que quedó varada en las rocas cerca de Plimmerton y recibió la ayuda de los locatarios y expertos.

Los reportes indicaron que la orca bebé media menos de dos metros y medio de largo, mientras que su edad era estimada entre dos y seis meses, por lo que aún era lactante.

Para preservar al cactáceo, se le habitó una especie de corral en el Plimmerton Boating Club, donde fue alimentada y cuidada; sin embargo, tras su muerte Ian Angus aseguró "siempre fuimos conscientes de que cuanto más tiempo estuviera en cautiverio, lejos de su madre, más probable era que su salud se deteriorara".

Hecho que ocurrió el viernes por la noche, aunque destacan que Toa pasó sus últimos días "rodeado de amor" y de comodidades. Finalmente, las autoridades destacaron que la orca bebé "se había ganado los corazones (de la gente) y nadie quería creer que no tenía posibilidades de pelear".

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