En una guardería en la ciudad de Nakama, prefectura de Fukuoka, en Japón, un niño de 5 años fue abandonado en el autobús escolar y murió debido a un golpe de calor, estuvo ahí por alrededor de 9 horas.
El terrible suceso ocurrió el pasado 29 de julio, el pequeño Touma Kurakake fue encontrado inconsciente en el autobús y declarado muerto al llegar al hospital.
Según la policía de la prefectura, el niño subió al autobús después de las 8 AM del día 29 y fue encontrado cerca de la entrada del autobús, que estaba en el estacionamiento de la guardería, alrededor de las 5:15 PM del mismo día.
La madre de Touma, menciona que cuando lo recogieron por la mañana, el pequeño saludó a la directora con un "Buenos días" antes de subir al autobús. Sin embargo, cuando el bus escolar regresó por la tarde y la mujer no vio bajar a su pequeño, preguntó "¿Qué pasa con Touma?", a lo que el personal respondió, "Touma no vino hoy".
La madre, de 37 años de edad, corrió hasta la guardería y al llegar le dijeron que habían llevado a su hijo al hospital. La directora le comentó: "No me di cuenta porque Touma estaba durmiendo. Lo siento". Ya en el hospital, le informaron que su pequeño había muerto.
La directora de la guardería, de unos 40 años, suele conducir ella misma el autobús escolar todas las mañanas para recoger a los niños, sin ningún otro miembro del personal a bordo. La policía la citó diciendo: "Yo estaba al tanto del abordaje (del niño), pero pensé que se había bajado del autobús", aunque admitió que ella no lo confirmó en ese momento.
Una maestra a cargo del niño les dijo a los funcionarios de la ciudad que estaba al tanto de su ausencia, pero no se comunicó con su madre. Las fuentes dijeron que el pequeño estaba sentado en un asiento trasero del bus cuando abordó, pero fue encontrado en un asiento en la parte delantera con su mochila cerca.
Según un observatorio meteorológico local, la temperatura el día del incidente superó los 33 ° C. La policía está considerando acusar a la directora por negligencia profesional que resultó en la muerte.
La abuela de Touma, de 59 años, expresó su enojo por la muerte del menor. "Era un niño amable que le cantaba a su madre y la hacía reír cuando se sentía triste... No puedo perdonar a la guardería", dijo.
Touma había disfrutado jugando fútbol con su hermano de 11 años, estaba ansioso por convertirse en un estudiante de escuela primaria la próxima primavera y dijo que quería jugar fútbol ahí. "¿Tuviste dificultades en el autobús? ¿Por qué no te bajaste? No puedo creer que no esté aquí hoy. Sólo mi hijo, ¿por qué?", lamentó la madre ante los medio locales.
LP