Al menos siete afganos fallecieron en su intento por huir del país al abarrotar el aeropuerto de Kabul, mientras otros intentan refugiarse por tierra en Pakistán.
Autoridades de Estados Unidos confirmaron que sus tropas asesinaron a dos sujetos armados, que se resistieron.
Las otras víctimas, según medios locales, perecieron al ser arrolladas por las llantas de aviones o al caer de varios metros de altura en su intento por viajar de polizones en el tren de aterrizaje o de abordar un vuelo para sentirse más seguros fuera de Afganistán ante el temor de un nuevo periodo de represión.
En tanto, cientos de mujeres y niñas no han salido de casa por miedo a ser martirizadas si son capturadas y organismos temen que eleven la cifra de desplazados, pues estimaciones apuntan a que 80 por ciento de refugiados son de estos sectores.
Incluso, ante posibles represiones contra mujeres, la Alianza Global de Medios y Género (GAMAG) expresó su preocupación por estos sectores e instó a organismos a facilitar la evacuación de mujeres periodistas, así como visas y protección, al recordar que ya han sido víctimas del grupo extremista.
Además, se reportó que la periodista como Clarissa Ward cambió su vestimenta para seguir en la cobertura, al retomar el uso del hiyab, versión que negó al afirmar que sólo lo retira en lugares cerrados.
Ante esta situación, la activista Malala Yousafzai, quien fue víctima del Talibán, urgió a líderes mundiales a ser valientes y no desamparar a las afganas, pues hacerlo sería “retroceder décadas o siglos”.Dijo que muestra de este apoyo es garantizar fronteras abiertas para los desplazados y refugiados que ya lograron salir o que esperan hacerlo en los próximos días.
Y a última hora se reportó la evacuación de 640 afganos en un vuelo especial.