Dudan de ofrecimiento de arroparlas

Escenario aciago para mujeres con el Talibán

Expertos alertan que se anticipa grave retroceso en derechos alcanzados en Afganistán; prevén pérdida de libertades; ofrecen yihadistas gobierno distinto e incluirlas, pero Ley Islámica sí va; invaden viviendas; occidente se niega a reconocer al régimen, pero es hora de negociar, dice; OTAN, lista para actuar ante amenazas

Mujeres afganas, en grave peligro; Talibán las relega a pobreza y miedo Foto: AP

Cientos de mujeres y niñas están escondidas por el miedo al Talibán, y el panorama a corto y largo plazo es desalentador, pues pese a la promesa del grupo islámico de respetar sus derechos existe un peligro real de que se repita la historia de antes de 2001.

Los investigadores, internacionalistas y politólogos Aimée Vega Montiel, Jaqueline L´Hoist, Stephanie Henaro y Eduardo Rosales alertaron en entrevista con La Razón que se vislumbra un grave retroceso al borrar todo el avance alcanzado y vulnerar sus libertades.

Advierten que si no hay una respuesta global, más allá de pronunciamientos contra el grupo islámico, la situación será mucho más desastrosa, pues aunque el portavoz, Zabihullah Mujahid, garantizó total respeto a su libertad e independencia y dice que tienen cabida en el nuevo régimen, la realidad evidencia que el sector perdió todo el camino ganado en 20 años de guerra antiterrorista.

Podemos esperar que algunas promesas que hicieron de no violentar DH puedan cumplirlas; pero basta ver lo que han ordenado representar una violación sistemática
Aimée Vega Montiel, Investigadora feminista

En cuestión de días desaparecieron del panorama al arrebatarles su autonomía, y los analistas sostienen que con la ocupación retroceden años al prohibirles su derecho al trabajo —con excepciones para enfermeras y doctoras—, a salir de casa si no van acompañadas de un hombre o de seguir estudiando, al cerrar escuelas y universidades, lo que provocará un freno a la estrategia con la que 37 por ciento de las mujeres aprendió a leer y elevará las cifras de niñas sin educación, que según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) asciende a 66 por ciento del total en edad escolar.

Con la derrota extranjera cerraron “el piso de derechos (alcanzado)”, aseveró Vega Montiel, coordinadora de la Alianza Global de Medios y Género (GAMAG), y dijo que hay un inminente riesgo de repetir la historia con escuelas de niñas bombardeadas o mujeres lapidadas o ejecutadas en la vía pública, mientras Kabul es nuevamente un territorio en guerra.

Por ello, urgió a todos los gobiernos y organismos internacionales a agotar todos los mecanismos que garanticen la seguridad de la población al interior del país.

En el corto y mediano plazo (mujeres) si están en una situación de riesgo. No llegará la igualdad y ejercicio pleno de derechos
Jacqueline L´Hoist, Activista en derechos humanos

Al respecto, Henaro, quien recordó que el Talibán se caracteriza por jugar con el miedo de la población como parte de su control territorial, precisó que las mujeres están condenadas a la pobreza y la dependencia social y económica, pues los islamistas han demostrado que ellas no son prioridad y que desean el poder a costa del bienestar de su pueblo.

En tanto, la activista L´Hoist aseveró que este pavor es real, pues desconocen qué normas retomarán y creen que serán sometidas a daños físicos, con el Talibán en el poder absoluto.

Alertaron que el principal reto es el radicalismo del nuevo gobierno; al respecto, la defensora de derechos humanos Jacqueline L´Hoist sostuvo que las mujeres quedarán al final de toda negociación, pues ante la amenaza terrorista, cualquier contacto internacional se volcará en esa materia, ya que temen más al terrorismo que a la crisis de este sector.

Históricamente ellas hemos sido relegadas “nos la vemos muy mal, incluso peor con la entrada de talibanes al poder”, al recordar que según la interpretación de éstos deben ser devotas y obedientes.

Sin independencia económica las mujeres están condenadas a la pobreza y a la dependencia social
Stephanie Henaro, Internacionalista

Agregó que el riesgo es inmediato, pues aunque el nuevo Gobierno diga que no permitirá que se les violente, cuando éstos comiencen a replicarse en la vía pública dirán que eso es de grupos radicales y no actuarán, lo que dará total impunidad a quienes cometan estas atrocidades.

Por separado, Eduardo Rosales, de la UNAM, sostuvo que, aunque lleguen líderes menos radicales, por el fundamentalismo no hay certeza de un cambio.

Sobre los liderazgos, Henaro puntualizó que el nuevo dirigente Abdul Ghani Baradar, quien regresa a Kabul luego de su reclusión en Pakistán, proceso de liberación en el que intercedió el expresidente estadounidense Donald Trump, podría dar una esperanza a la región. Y es que quien se define como un dirigente reformador y equilibrado podría ser clave para concretar cambios, aunque admitió que ante fundamentalistas no se puede bajar la guardia.

En este panorama, L´Hoist consideró que el Talibán podría dar concesiones en temas menores como permitir cierto nivel educativo y participación laboral, mientras que no lleguen a espacios de toma de decisión, así como salir como ocurría hasta hace unos días, pero no habrá ningún cambio en temas sexuales, pues nunca aceptarán la homosexualidad ni la libertad de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, sector al que aún someten sexualmente.

Aún no sabemos cómo va a gobernar (Talibán), porque sus primeras declaraciones son que aceptan a todas las mujeres, pero su mismo fundamentalismo estricto confunde
Eduardo Rosales, Politólogo de la UNAM

Y Rosales refirió que este control talibán se traduce en un régimen de terror, vulnerando a las mujeres. “Aún no sabemos cómo va a gobernar, porque sus primeras declaraciones son que aceptan a las mujeres, pero no lo creemos por su fundamentalismo estricto que confunde una creencia”, lamentó; y Henaro dijo que el panorama no es claro y la certeza se dará “a finales de año, que se estabilicen las cosas y se pueda medir un impacto real”.

Estas dudas surgen mientras se reportan incidentes contra mujeres como presuntas invasiones a viviendas, según denunció la defensora de los derechos humanos, Humira Saqib, quien alertó “estamos atrapadas, nos escondemos en casa de amigos y familiares y no podemos salir a las calles”, en referencia al riesgo de ser vistas por talibanes y apuntó que, aunque dicen que aún es seguro ir a trabajar o a la escuela, ya no es posible tener esa vida.

Por esta incertidumbre, Zabihullah Mujahid reiteró que las mujeres continuarán participando en acciones de Gobierno y “estarán contentas” por el nuevo régimen, pero se abre el debate sobre qué libertades tienen, pues reiteró que toda la población debe cumplir la ley islámica, o al menos lo que ellos interpretan, pues buscan un proyecto en el que todos los sectores construyan el nuevo Estado.

Los extremistas refirieron que no es la misma situación que hace décadas, pues ya no son ese mismo Talibán, sin adelantar qué cambios vislumbran en la región. Asimismo, descartó un ajuste de cuentas con exfuncionarios o aliados del mandatario Ashraf Ghani, quien huyó.

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Acotan libertad de expresión

Los líderes han garantizado el respeto a la libertad de prensa; no obstante, casi de manera inmediata un portavoz indicó que no deben afectar los “valores nacionales”.

Al respecto, Aimée Vega Montiel alertó sobre la terrible situación que enfrentan las mujeres periodistas, quienes siguen ocultas por temor a ser esclavizadas. Y dijo que ante el peligro que enfrentan ya se han creado fondos para garantizar su salida de la región con respaldo internacional.

En esta nueva gestión la libertad de expresión también tendría sus límites contra los extremistas, pues Twitter y Facebook advirtieron que no permitirán violencia. En el primer caso se reportó que les permitirá usarla, pero vigilarán de sus publicaciones, lo que podría derivar en un bloqueo si reproducen mensajes de odio. Mientras que la otra plataforma dijo que al ser catalogados como grupo terrorista no pueden usarla ni Whats App ni Instagram.

  • El dato: Alertan sobre la repetición de ataques contra musulmanes a nivel mundial al ser señalados como terroristas, por el temor de nuevos ataques con el poder de los talibanes.

Se quedaron con las armas, revela EU

A dos días de la toma de Kabul, en Afganistán, el gobierno de Estados Unidos reconoció que una gran cantidad de armas destinadas al Ejército y Fuerzas Armadas ahora están en poder de los extremistas.

“No tenemos una imagen completa de dónde ha ido a parar cada artículo de defensa, pero una buena cantidad ha caído en manos de los Talibán”, declaró el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, en torno a armas, municiones, vehículos y hasta helicópteros que eran usados por soldados estadounidenses para contrarrestar cualquier amenaza en dicho territorio.

Aunque dijo que se buscará el acercamiento con este sector, admitió que no hay garantías de que entreguen este material, lo que genera dudas en torno a la seguridad y mal uso de las herramientas que buscaban combatirlos.

Y agregó que, por el momento, la prioridad está centrada en hacer que todos los estadounidenses que siguen en esa zona estén seguros y puedan volver pronto en operaciones de evacuación, mientras se concreta la salida de las tropas destinadas a acotar el poder de los terroristas.

Portavoces ofrecen conferencia en Kabul para informar el avance del grupo, el pasado 16 de agosto.
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