Funcionarios de Salud de Estados Unidos confirmaron que a partir del 20 de septiembre comenzarán a aplicar la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19, ante la rápida propagación de la variante Delta.
La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky, indicó que el objetivo es proteger a toda la población luego de que se reportara una disminución de la inmunidad.
Tras evaluar la situación se determinó que el refuerzo se aplicará ocho meses después de concluir el esquema de dos vacunas, por lo que a partir del siguiente mes recibirán sus dosis quienes completaron las inyecciones previas en febrero pasado, como adultos mayores y personal sanitario.
Hasta el momento esta medida sólo contempla a quienes fueron inoculados con los biológicos de Pfizer y Moderna; mientras que se evalúa qué tiempo es el recomendado para aplicar un refuerzo en el caso de Johnson & Johnson, actualmente de única dosis.
Al respecto, el asesor epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, aseveró que es mejor “adelantarse que perseguidor (al virus)”.
¿Qué dice la OMS?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteró que hasta el momento no se ha mostrado que sea necesario aplicar un refuerzo a personas que ya recibieron ambas dosis de la vacuna contra el coronavirus.
“Los datos actuales no indican que se necesiten refuerzos”, sostuvo la jefa científica del organismo, Soumya Swaminathan, replicando los dichos del líder de Salud mundial, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Cabe destacar ante las primeras declaraciones de firmas sobre aumentar el número de dosis por la disminución de inmunidad, la OMS llamó a las potencias a retrasar la compra de estos biológicos ante la desigualdad en el acceso de las mismas y por lo que naciones de bajos recursos cuentan con bajos porcentajes de inoculación.
