En Talibán reprimió de manera violenta la primera protesta contra el nuevo régimen afgano tras su regreso a la nación y el retiro de las tropas extranjeras, lo que dejó al menos una persona muerta y eleva el miedo al grupo extremista, que prometió un Gobierno incluyente.
Se reportó que ciudadanos inconformes con su ascenso marcharon en la región oriental de Jalalabad, una de las últimas en caer en poder de los talibanes, con una bandera de Afganistán lo que provocó la molestia de los insurgentes, misma que intentaron colocar en una plaza al reemplazarla por la bandera blanca que representa al Emirato Islámico.
Ante esta situación, los integrantes del grupo extremista que mantienen vigilancia en la región exigieron bajarla, pues consideran que sólo se puede izar la blanca, y les dispararon; en algunos videos se observa el momento el momento en que los manifestantes corren para refugiarse del ataque.
Un funcionario de Salud reveló bajo anonimato que el incidente dejó al menos un muerto y seis heridos, mientras que algunos medios señalan que la cifra de decesos podría ser mayor.
Los hechos ocurrieron mientras los líderes del Talibán mantenían una reunión con funcionarios del Gobierno de Ashraf Ghani.
