Con manifestaciones por segundo día consecutivo, ciudadanos encaran al nuevo régimen Talibán izando banderas de Afganistán, pese a reportes de represión y disparos contra disidentes en Jalalabad, Asadabad, Khost y Kabul, por lo que suman 12 muertos en la primera semana de control yihadista, según el último reporte.
En el Día de la Independencia, afganos, principalmente jóvenes, salieron a las calles con banderas de su nación, la nueva imagen de una tímida resistencia, en oposición a la reimposición de la ley sharia o al menos que no será fácil su control.
Sin protección más que la única bandera que reconocen pues rechazan la blanca del Emirato Islámico, se movilizaron sin convocatoria, pero con un liderazgo a la distancia, pues Panjshir se alza como la única localidad que no cayó en sus manos, con el respaldo del exvicepresidente Amrullah Saleh y Ahmad Masud, hijo del comandante Shah Masud.
Ambos buscan conseguir un amplio consenso y apoyo para dar esperanza al pueblo afgano de una rebelión ante la crisis en tanto no se concrete la negociación entre yihadistas en Kabul y el gobierno que insiste en una transición pacífica.
Este sector, se estima, cuenta con la protección de hasta 10 mil soldados, quienes prefirieron esconderse en esa provincia que ceder ante el Talibán tras la huida del presidente Ashraf Ghani, por lo que no se descarta un ofensiva armada.
En respuesta, el control extremista va al alza y combatientes comenzaron a arrebatar toda bandera afgana que hallaban en casas o que eran ondeadas por ciudadanos o caravanas vehiculares; sin embargo, la situación escaló y después de algunos altercados comenzaron a disparar contra disidentes.
En videos compartidos en redes sociales se observa el momento en que los extremistas vestidos con atuendos militares golpean con sus armas a peatones que portan la bandera afgana o mensajes contra el Talibán, los persiguen o los suben a sus unidades.
Incluso, para evitar cualquier intento de levantamiento, por mínimo que sea, los yihadistas han impuesto toques de queda, aunque sin claridad de si la medida fue ordenada desde Kabul.
Ante el crecimiento de la represión y férreo control en la zona, en Estados Unidos se alertó que en las labores de vigilancia los talibanes han hecho uso del equipo que se entregó al Ejército afgano.
El líder republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, reveló a Reuters que se identificó que islamistas portan armas estadounidenses, esto a unos días de que el Gobierno confirmó que los combatientes se apoderaron de armamento, así como unos dos mil vehículos blindados, unos 40 aviones y helicópteros, así como drones.
Previamente, el presidente Joe Biden minimizó el riesgo por el surgimiento de bases terroristas en ese territorio al afirmar que es momento de “centrarnos en donde es mayor la amenaza”, en referencia a la situación crítica que enfrentan Siria y algunas zonas de África.
