El reverendo Jesse Jackson, defensor de los derechos civiles y su esposa, Jacqueline, fueron hospitalizados en Chicago después de que dieran positivo a COVID-19.
En un comunicado emitido el sábado se informó que el dos veces aspirante a la candidatura presidencial demócrata está vacunado contra la COVID-19 y recibió su primera dosis en enero en un evento público en el que exhortó a los demás a recibir la vacuna lo más pronto posible.
Él, de 79 años, y su esposa de 77, son atendidos en el Hospital Memorial del Noroeste en Chicago.
“Los médicos están monitoreando actualmente la condición de ambos”, según un comunicado de la Coalición Rainbow/PUSH, organización sin fines de lucro de Jesse Jackson.
“No hay más información actualizada en este momento. Ofreceremos actualizaciones cuando estén disponibles”, añade el comunicado publicado en la cuenta oficial de Twitter de esta organización.
Jesse Jackson fue clave para guiar el movimiento moderno de derechos civiles sobre numerosos asuntos, entre ellos los derechos a votar en Estados Unidos.
A pesar de que le diagnosticaron el mal de Parkinson, Jackson ha permanecido activo y defendiendo las vacunas contra la COVID-19 para la población afroamericana, la cual ha quedado rezagada en comparación con la población blanca en la campaña de inoculación en Estados Unidos.
El activista fue arrestado a principios de mes afuera del Capitolio federal durante una manifestación para exigir al Congreso de Estados Unidos que pusiera fin a una maniobra en contra de los derechos electorales en ese país.
En la década de los ochenta, Jesse Jackson buscó dos veces sin éxito convertirse en candidato a la presidencia de Estados Unidos representando al Partido Demócrata.
LRL
