Un niño afgano, refugiado en Polonia, falleció por envenenamiento tras ingerir hongos tóxicos, una semana después de abandonar su país.
Se reportó que Alí, de cinco años de edad, y sus dos hermanos, encontraron los hongos en un bosque cerca del centro de refugiados sin saber que eran venenosos y días después, los tres menores de edad fueron hospitalizados por fuerte dolor estomacal en Podkova, Varsovia.
Según las autoridades, aunque los tres llegaron graves, el daño más severo lo presentaba Alí, el más pequeño de los tres, quien después de varios días en el hospital fue declarado con muerte cerebral, debido a un daño irreversible.
En tanto, su hermano de seis años de edad, Mustafá, requirió un trasplante de hígado por el fuerte daño causado por los hongos venenosos, proceso para el que el alcalde de Podkowa, Artur Tusinski, hizo una campaña en redes sociales para donar órganos y salvar la vida de quienes huyeron de la crisis en Afganistán.
Al respecto, los médicos resaltaron que el pequeño ha respondido bien tras la operación realizada el pasado 31 de agosto, fecha en que concluyeron las evacuaciones de Kabul.
En tanto, la mayor de los hermanos, una joven de 17 años de edad, de quien no se reveló el nombre, ya fue dada de alta.
Se reportó que el padre de las víctimas de envenenamiento trabajó para el ejército británico durante varios años y llegó a Polonia con 11 familiares, gracias al apoyo de Gran Bretaña en las evacuaciones.
KEFS
