A sólo dos días de confirmar a su gabinete interino, el Talibán permitió la salida de un grupo numeroso de extranjeros que evacuó el país antes del 31 de agosto, plazo en que se retiraron las tropas de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Con el respaldo e intervención de Qatar, el grupo extremista garantizó el vuelo de Qatar Airways con 200 estadounidenses y de otras nacionalidades, rompiendo el punto muerto de negociaciones en la materia y como muestra de apertura del grupo extremista, mientras el aeropuerto sigue sin operaciones, con lo que ratifica el compromiso de que permitiría la retirada de quienes no quieren continuar en Afganistán, como ocurrió con el puente aéreo con el que varias naciones rescataron a más de 130 mil personas.
Horas después los beneficiados arribaron a Doha, hecho que fue calificado como histórico por el enviado de Qatar, Mutlaq al Qahtani, con lo que aumenta el número de rescates concretados en las últimas semanas y se dan luces en torno a la coordinación internacional para que afganos y extranjeros salgan sin contratiempos, siempre y cuando cuenten con documentos en regla.
El también intermediario agregó “esperemos que la vida regrese a la normalidad en Afganistán”, esto en referencia a que este vuelo podría ser parte de las pruebas para retomar oficialmente todas las operaciones aéreas en la capital afgana gracias al apoyo técnico que brindan Qatar y Turquía.
En respuesta, la Casa Blanca reconoció el compromiso y seriedad mostrada por el régimen, hecho que contrasta con el ataque perpetrado por el grupo terrorista Estado Islámico Khorashan días antes de la retirada oficial, en el que fallecieron 170 personas, la mayoría afganas.
Además, se adelantó que hoy mismo podría salir otro avión sin especificar el número de extranjeros.
Durante estas acciones los combatientes del grupo en el poder se mantuvieron en labores de vigilancia al interior y exterior del aeropuerto que hace unas semanas era operado como base aérea.
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