Pese al rechazo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y expertos internacionales a una tercera vacuna contra el Covid-19, Gran Bretaña se sumó a la estrategia de refuerzo, que algunas naciones ya aplican o están por poner en marcha.
El cambio en la lucha contra el virus, impulsado por farmacéuticas que aseguran que después de medio año se detectó una reducción en la efectividad de las dosis, sigue engrosando la lista de gobiernos que buscan reforzar la protección, como lo justificó el primer ministro británico, Boris Johnson, siguiendo los pasos de Estados Unidos, Israel, Alemania, Francia, China y otras regiones, principalmente en Europa y América.
Un día después de que especialistas advirtieran en la revista especializada The Lancet que el principal riesgo son las personas no vacunadas y no la supuesta caída de la inmunidad, el gobierno británico confirmó que para controlar la pandemia y evitar un alza en hospitalizaciones por esta enfermedad pondrán a disposición de las personas vulnerables y mayores de 50 años este refuerzo de Pfizer y Moderna, luego de que se revelara que en este grupo la protección bajó hasta 90 por ciento, de acuerdo con el Instituto de Salud Pública Nacional (PHE, por sus siglas en inglés).
Aunque no se detalló qué sucederá con aquellos habitantes que recibieron otro biológico, pues la región también aplicó el de AstraZeneca.
Johnson argumentó que, pese a críticas internacionales, el Comité Conjunto de Vacunación a Inmunización respaldó la necesidad de elevar la inmunidad entre sectores vulnerables, por lo que siguiendo las pautas marcadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) inmunizarán a la población por tercera vez ocho meses después de que completaron las dos dosis; es decir, comenzarán con quienes fueron inoculados entre enero y febrero.
Al respecto, el subdirector médico inglés, Jonathan Van-Tam, resaltó la importancia de inmunizarse, pues eso ha evitado, según sus cálculos, hasta 112 mil muertes y más de 20 millones de contagios, mientras el país ya reporta 134 mil 772 decesos y un acumulado de siete millones 316 mil infecciones, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
La nueva medida llega un día después de informar que tres millones de niños de entre 12 y 15 años de edad también recibirán el biológico, aunque el organismo sanitario mundial insiste en priorizar a naciones con bajas tasas de vacunación en vez de a millones de menores de edad.
En este nuevo paso también se confirmó que, a diferencia de algunas naciones europeas, no impondrán el pasaporte Covid, pues hay un gran avance en la inmunización y no será necesario retomar restricciones significativas, esto al reiterar que un nuevo confinamiento como al inicio de la pandemia sería el último recurso para detener la propagación de este virus y sus variantes.
Previo a la decisión inglesa, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreye-sus, quien ha criticado constantemente el acaparamiento de vacunas, reiteró que mientras persista la desigualdad el mundo no logrará erradicar el virus que comenzó a circular en diciembre de 2019, sin importar los biológicos, pues advirtió que mientras una nación no esté protegida existe el riesgo de que haya más variantes y las dosis ya no sean efectivas contra las nuevas mutaciones.
Ejemplo de esto, explicó, es África, continente en el que, hasta el momento, sólo dos naciones han rebasado el objetivo primordial de 40 por ciento de la población inmunizada.
Horas después, otra nación de América engrosó la lista de quienes dicen sí a reforzar la vacunación; tal es el caso de Ecuador que, adoptando medidas similares a las de otros gobiernos, comenzará a aplicar la nueva inyección a finales de año; sin embargo, a diferencia de EU y Gran Bretaña sólo contempla usarla en el personal sanitario, que sigue enfrentando la lucha día a día en los hospitales.
Para este plan afirman que cuentan con suficientes reservas de biológicos, sin dar números sobre los que necesitan para completarlo, o de cuáles serían, pues la región aplica inyecciones de AstraZeneca, Pfizer, Sinovac y CanSino.
Sin embargo, la ministra de Salud, Ximena Garzón, no descarta ampliar la medida a toda la población, pero continuarán las evaluaciones para determinar si es necesario o no que todos los grupos poblacionales, sin importar si son inmunodepresivos o no, la requieren para evitar nuevas oleadas, esto al recordar que la inmunidad comunitaria se alcanzaría hasta que 85 por ciento de la población tenga al menos una dosis.
Con Gran Bretaña y Ecuador ya suman 17 naciones que respaldan el tercer refuerzo, en contra de las recomendaciones de expertos en la materia, lo que ahonda la desigualdad, pues del total de gobiernos que han dado la espalda a la OMS, siete de éstos son de Europa, siete de América y los restantes de Asia, es decir, ningún representante africano contempla aumentar la inmunidad.
- El dato: Para el Consejo de Salud de Países Bajos no hay motivo suficiente para una tercera vacuna, al sostener que la protección actual de dos dosis evita casos graves y decesos de personas contagiadas.