Con poco más de un punto porcentual de diferencia, el opositor socialdemócrata alemán Olaf Scholz destacó como un éxito la jornada electoral al señalar que los alemanes quieren un cambio.
De acuerdo con el reporte actualizado a las 21:00 horas (tiempo local), el rival del partido de Angela Merkel suma 25.7 por ciento de las preferencias, mientras que el alfil de quien deja el cargo, Armin Laschet, alcanzó apenas 24.5 por ciento, en una de las votaciones más parejas.
No obstante, con estas cifras tan apretadas ningún bloque tiene los votos suficientes para gobernar por sí solo, por lo que se esperan varios meses de negociaciones. Ante tales pronósticos, Scholz adelantó que antes de Navidad podría concluir el intercambio de ideas si se concreta la victoria que sugieren las proyecciones actuales, pero algunos analistas lo consideran abrupto por los márgenes de diferencia.
Además, este resultado representaría el peor golpe para la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) desde la Segunda Guerra Mundial; para ello, basta recordar que hace cuatro años, cuando comenzó la última gestión de Merkel, obtuvo más de 32 por ciento de los votos.
“Es una votación muy clara”, comentó en torno a los cambios en comparación con la última elección, en las que su partido se quedó a más de 10 puntos de distancia de la oposición liderada por Merkel.
En tanto, Laschet llamó a construir un gobierno de todos, para que el nuevo gobierno no sea sólo del canciller, sino uno en el que todos los partidos tengan presencia.
ANR
