Talibanes interrumpieron una boda en Nangarhar, Afganistán, y dispararon contra los asistentes presuntamente por incumplir normas, al poner música, hecho que dejó al menos dos muertos y nueve heridos.
Testigos relataron que el pasado 30 de octubre los extremistas abrieron fuego en la fiesta poco antes de medianoche para exigir que se quitara la música por respeto al islam y la ley sharía, argumentando que no tenían permiso, aunque la familia aseveró que sí contaban con el aval para llevar a cabo la celebración.
En testimonios recabados por medios locales otros asistentes relataron que los agresores abrieron fuego sin mediar palabra en el área donde sólo había hombres.
Tras los hechos, autoridades informaron que dos presuntos talibanes fueron detenidos, aunque no se reveló su identidad, y ya se investigan los hechos, pues señalan que no es claro si se trato de un ataque directo o premeditado; asimismo, se deslindaron de este grupo extremista a casi tres meses de su retorno al país.
Descartan prohibición a la música
El principal vocero del Talibán, Zabihulla Muyahid, aseveró que no hay restricciones en la materia, hecho que estuvo vetado años ante de la guerra con Estados Unidos, entre 1996 y 2001.
El representante del régimen sostuvo que ningún integrante del Estado islámico (EI) está autorizado para “evitar la música”, ya que dicha vigilancia, en tal caso, compete únicamente al Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio.
srv