Al menos 25 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en un ataque al hospital militar más grande de Afganistán, que vio dos fuertes explosiones seguidas por hombres armados que asaltaron el sitio en el centro de Kabul, dijeron las autoridades.
Las explosiones ocurrieron en la entrada del hospital Sardar Mohammad Daud Khan de 400 camas y fueron seguidas inmediatamente por un asalto por un grupo de hombres armados, dijo el portavoz talibán Bilal Karimi.
Cuatro de los atacantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad de los talibanes y un quinto fue capturado, dijo.
Las explosiones se suman a una lista creciente de ataques y asesinatos desde que los talibanes completaron su victoria sobre el gobierno respaldado por Occidente en agosto, socavando su afirmación de haber restaurado la seguridad en Afganistán después de décadas de guerra.
No hubo un reclamo inmediato de responsabilidad, pero la operación fue típica de los complejos ataques montados por el Estado Islámico. Sigue una serie de atentados con bombas por parte del grupo que se ha convertido en la mayor amenaza para el control de Afganistán por los talibanes.
Un funcionario de seguridad talibán, que habló bajo condición de anonimato, dijo que al menos 25 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en el asalto, pero que no había un número de víctimas confirmado oficialmente.
Las fotografías compartidas por los residentes mostraron una columna de humo sobre el área de las explosiones cerca de la antigua zona diplomática en el área de Wazir Akbar Khan de la ciudad y testigos dijeron que al menos dos helicópteros sobrevolaron el área mientras continuaba el asalto.
Un trabajador de salud del hospital, que logró escapar, dijo que escuchó una gran explosión seguida de un par de minutos de disparos. Aproximadamente diez minutos después, hubo una segunda explosión más grande, dijo.
Dijo que no estaba claro si las explosiones y los disparos se produjeron dentro del extenso complejo hospitalario.
El Estado Islámico, que ha llevado a cabo una serie de ataques contra mezquitas y otros objetivos desde la toma de Kabul por los talibanes en agosto, organizó un ataque complejo contra el hospital en 2017, matando a más de 30 personas.
Los ataques del grupo han causado una creciente preocupación fuera de Afganistán sobre la posibilidad de que el país se convierta en un refugio para los grupos militantes, como lo fue cuando un grupo de Al Qaeda atacó a Estados Unidos en 2001.
La preocupación se ha agravado por una crisis económica en espiral que ha amenazado a millones con la pobreza a medida que se acerca el invierno y ha dejado a miles de excombatientes sin empleo.
La abrupta retirada del apoyo internacional tras la victoria de los talibanes ha llevado a la frágil economía de Afganistán al borde del colapso justo cuando una grave sequía ha amenazado a millones de personas con hambre.
avc