El régimen cubano recurrió a las fuerzas de seguridad y a la ciudadanía para obstaculizar la marcha en las calles contra el mandatario Miguel Díaz-Canel, a cuatro meses de la mayor protesta contra el gobierno; aunque este esfuerzo no fue suficiente para apagar el reclamo que se volcó a las redes sociales al grito del hashtag #PatriayVida y #15NCuba para reclamar el aumento del asedio.
Con policías vestidos de civil vigilando casas y oficinas de activistas, periodistas, organizaciones y hasta de familiares de los más de 600 críticos que siguen en prisión por delitos de insurrección, Cuba maximizó la estrategia con la que cercó el pasado 14 de noviembre al disidente Yunior García y extendió esa represión, con apoyo de simpatizantes revolucionarios.
Desde temprana hora, los disidentes que rechazan la gestión de Díaz-Canel, exigen libertad de expresión y el fin de la violación a los derechos humanos acusaron actos de intimidación de parte de aliados del régimen. Los vigilantes, en su mayoría vestidos de rojo, impidieron si quiera que pusieran un pie en la calle para evitar que una marea blanca se apoderara de la región, en medio de la prohibición a manifestarse.
También se reportaron actos de repudio contra quienes vestían de blanco en calles de la isla, pues ésa era la marca del rechazo al régimen; mientras que varios grupos numerosos se congregaron frente a casas de líderes y medios como 14ymedio y la organización Archipiélago para aplaudir por la revolución y rechazar a los que promueven la injerencia extranjera, al reiterar que estas protestas son impulsadas desde Estados Unidos, pues en Miami radican cientos de exiliados.
El acoso rápidamente escaló y se convirtió en otra ronda de arrestos, luego de que se confirmara la aprehensión del programador Rafael Santos y al menos nueve reporteros. Del primer caso se detalló que fue sacado de su casa por dos uniformados en un vehículo oficial con número 306, mientras al fondo de la calle avanzaba una protesta prorrégimen al grito de “Viva la Revolución” y “Viva Fidel”, cuyos integrantes tacharon de vendepatrias al opositor. Estos hechos fueron grabados por la familia del disidente, que rápidamente subió a redes sociales el video; posteriormente, indicó que oficiales vestidos de civil acudieron al domicilio a intimidarlos por un letrero que colgaron en el inmueble y en una nueva grabación documentaron el momento en el que les piden quitar ese cartel en aras de facilitar la salida de quien fue aprehendido, condicionando su libertad por una autocensura.
En otros videos se evidenció a los aliados del gobierno cuando intentan arrebatar mensajes de opositores de ventanas, puertas y fachadas o hasta las sábanas blancas que se extendieron por balcones en varias ciudades de la isla.
Y como hace cuatro meses, se repitió el corte al servicio de Internet para limitar el acceso a redes sociales, punto en el que chocaron con hashtags a favor y en defensa de la revolución. Los antirrégimen compartieron sus denuncias bajo el lema #15NCuba, mientras que la presidencia usó #15DeNoviembre, similar al de sus críticos, para confundir el reclamo ciudadano, y #CubaViveyRenace. Con éstos, el gobierno y funcionarios destacaron la reapertura de la nación y el retorno a las clases presenciales de miles de niños, quienes se sumaron a la estrategia antiCovid desde septiembre pasado.
Mientras que en Miami, cientos de opositores respaldaron a sus paisanos y reiteraron que no están solos para lograr el cambio en la región; mientras que ciudadanos se sumaron a las protestas en otras latitudes como México, donde decenas de personas se dieron cita en la embajada de Cuba en ese territorio, para externar su apoyo a los disidentes y rechazar la represión. Movilizaciones similares se reportaron en Alemania, EU, Chile, España, Bélgica y Portugal.
Exigen cesar represión
El gobierno de Estados Unidos y las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) condenaron el reforzamiento de la brutal represión para acallar a los críticos en la nación ayer, como ocurrió hace cuatro meses.
En un comunicado, el gobierno de Joe Biden, mismo que un día antes demandó a Cuba garantizar la libertad de protesta, aseveró que, como se esperaba, el régimen desplegó tácticas de intimidación para intentar silenciar la voz de un pueblo que exige la liberación de hasta cientos de presos desde julio pasado, ignorando los reclamos de una sociedad harta de ese régimen.
En tanto, el director de HRW para América, José Miguel Vivanco, exigió detener la represión y abusos al reportar la intensificación del acoso por parte de las fuerzas del orden contra quienes intentaron salir a marchar, pues desde las primeras horas de ayer hubo cientos de denuncias por acoso al bloquearles la salida a unos metros de su puerta, mientras simpatizantes del régimen tomaban parques y plazas principales.
Por separado, la líder de AI, Érika Guevara-Rosas, resaltó las movilizaciones pacíficas en solidaridad con los cubanos para exigir el fin de la represión y de la violación a los derechos humanos, así como la liberación de disidentes.
- El dato: El gobierno de EU consideró que Cuba quitó acreditaciones a Efe para controlar la difusión de información a nivel mundial, previo al intento de protestas de este lunes.