Sudáfrica consideró que las medidas impuestas a los viajeros del país, y de al menos siete naciones más del sur de África, ante la nueva variante de COVID-19 es una acción injustificada.
La declaración se da luego de que países como Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Israel y Brasil cerraron sus fronteras a países africanos por la presencia de la variante Ómicron.
Ante las restricciones que incluyen a Sudáfrica, el ministro de Salud del país, Joe Phaahla, calificó en conferencia de prensa virtual la reacción internacional como "injustificada".
Esta semana científicos de Gran Bretaña alertaron por la presencia de la variante B.1.1.529, que tiene al menos 32 mutaciones y que podría tener mayor transmisibilidad, según los primeros estudios.
Sin embargo, Phaahla recordó que ante la escasa información sobre Ómicron, la respuesta internacional con los países del sur de África es "injustificada" y "contraproducente".
"Me refiero aquí específicamente a la reacción de los países en Europa, el Reino Unido y de varios otros países", dijo, "sentimos que es el enfoque incorrecto, en la dirección equivocada, y que va en contra de las normas aconsejadas por la OMS". agregó.
Por otro lado, el funcionario destacó sobre las prohibiciones de viaje, que es "irónico" que en Sudáfrica la cifra de contagios del pasado jueves sea de dos mil 465 casos, mientras que otros países tienen a diaro más de 40 mil.
Hasta el momento los expertos han señalado que debido al elevado número de mutaciones, la nueva variante podría propiciar más olas de contagios de COVID-19 e incluso reducir la efectividad de las vacunas.
Por lo que el ministro de Salud de Sudáfrica aseguró que por ahora "no hay indicación ni sugerencia en este momento de que la enfermedad sea grave con esta variante y en particular que no vaya a ser prevenida por las vacunas".
Además, dijo que cabe la posibilidad de que el origen de la variante Ómicron sea cualquier país con medidas sanitarias más libres y no necesariamente Sudáfrica, donde hay al menos seis casos.
Por su parte, Salim Abdool Karim, uno de los principales epidemiólogos del país, dijo que la respuesta global es importante, y señaló que la variante Delta se extendió a 53 países en las tres semanas posteriores a su identificación.
"Así que no ayuda mucho cerrar fronteras. Tenemos que encontrar juntos soluciones a esta variante. Y parte de eso es no reaccionar de forma exagerada", dijo a Reuters en una entrevista, en la que también coincidió en que la prohibición británica de viajar como una "reacción de pánico" es comprensible.
ANR