La escasez de gasolina y lo que cuesta dar mantenimiento a un auto o una moto, está haciendo resurgir en Venezuela un oficio que se creía “casi” extinto, el de los “burreros”.
Y es que en el país cada vez más personas están vendiendo sus autos o motocicletas y utilizando el burro como medio de transporte.
Hay quienes con menos de 20 dólares diarios logran sacar adelante a varios de sus familiares, y los ganan recogiendo plásticos o llevando agua a las comunidades donde falta.
Venden sus autos y compran burros
La hiperinflación que vive Venezuela llevó a la pérdida de poder adquisitivo, y las familias no se pueden permitir comprar un auto.
Tony Monsalvo relató a Efe que tuvo que vender su coche y convertirse en transportista con un burro que compró por 200 dólares “con carreta y todo”.
“La familia mía ya estaba casi pasando hambre porque tenía el carro guardado ahí y no hacía nada. Y digo: voy a venderlo y me compro el burrito.
Mantiene a tres familias trabajando como "burrero"
Dice que con su trabajo en Maracaibo gana hasta 15 dólares diarios y compra un kilo de arroz y huevos para su mamá, su tía, y en total para mantener a tres familias, así como paja y maíz para las comidas de la mañana y tarde del burro.
Las autoridades de Venezuela vigilan que los burreros cumplan con los horarios de trabajo y no se excedan, y que tengan en regla la documentación y las vacunas correspondientes.
AHM