El régimen cubano calificó de “hostiles” las sanciones que impuso el gobierno de Estados Unidos contra nueve funcionarios ante la represión que impidió las protestas del pasado 15 de noviembre.
Luego de restricción de visado contra integrantes del gabinete y de las Fuerzas Armadas, por suprimir la libertad de expresión y el derecho a la reunión pacífica, así como detener a disidentes, de acuerdo con el secretario de Estado, Antony Blinken, el gobierno de Miguel Díaz-Canel sentenció que tales acciones no alteran a la isla; sin embargo, advirtió que no permitirá ningún tipo de injerencia extranjera.
Incluso, el canciller Bruno Rodríguez, reiteró que con estas medidas el gobierno de Joe Biden demuestra sus intentos por desestabilizar a la región, cuando Cuba está en su derecho de salvaguardar la soberanía, hecho por el que no dio permiso para las movilizaciones, que insiste son orquestadas por ese gobierno.
Mientras que Blinken apuntó que, como ha ocurrido con otros regímenes en América Latina, mantendrán sanciones contra quienes “socavan la capacidad del pueblo de mejorar sus condiciones políticas, económicas y de seguridad”, problemas que fueron reclamados por la disidencia desde julio pasado.