En el centro de Caracas, Venezuela, hay un lugar que atrapa las miradas de propios y extraños, pues parece salido de una película de terror.
Se trata de un balcón repleto de cabezas de muñecas que, cuando llueve, sueltan lágrimas negras formadas por el hollín contaminante de los carros.
El balcón está en la parte más alta de una casa de tres pisos, entre dos grandes edificios dentro la parroquia Santa Rosalía de Caracas. Quienes conocen el lugar suelen dar como referencia la llamada esquina El Muerto.
¿Quién hizo el balcón de las muñecas?
El señor que en algún momento decidió no dar más entrevistas sobre "la casa de las muñecas" es el artista plástico Etanís González, dueño de la vivienda y el local comercial, un hombre que ha dedicado gran parte de su vida a la realización de obras de arte que están aglomeradas en su hogar.
Una de las piezas más notables que ha realizado este venezolano es precisamente "el balcón de las muñecas", una obra conocida entre los caraqueños como "la casa de las mil cabezas".
¿Qué significa para la familia su "casa de las mil cabezas"?
"La pieza de las muñecas tomó 3 años", dice uno de sus hijos, Jonathan González, y explica que la obra se fue creando con "mucha paciencia", colocando "una a una" las llamativas cabezas que ahora cuelgan frente a la casa, de acuerdo con RT.
"Nos basamos en la basura, en darle importancia al reciclaje, lo que para algunos es basura para otros puede servir como material de apoyo o para realizar una obra, por eso la mayoría de las obras de la casa están hechas con cosas de desecho", explica.
Vecinos defienden que es una obra de arte
Una vecina llamada Carolina Martínez comentó a dicho medio que le encanta “aunque es un poco aterradora. Me parece que nos muestra como nos contamina la ciudad; las muñecas están llenas del hollín de los carros, de la suciedad de la ciudad y cuando llueve sueltan lágrimas negras, como si sintieran dolor de tanta contaminación”.
Hay quienes dicen que las versiones de terror son difundidas por vecinos que “pareciera que no tienen nada que hacer y andan diciendo que ellos tienen un centro de magia negra, de cosas raras”. Sin embargo, la mayoría de los vecinos defiende a la familia González diciendo que son “bohemios, muy buenas personas”.
AHM