El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rechazó la liberación de los más de 40 presos políticos que exige Estados Unidos y Europa, pues reiteró que son “terroristas” que intentaron actuar contra el país.
Arropado por sus homólogos de Cuba, Miguel Díaz-Canel, Venezuela, Nicolás Maduro, y Bolivia, Luis Arce, el sandinista se lanzó otra vez contra quienes tachó de delincuentes por supuestamente intentar evitar su reelección acusando que los aspirantes presidenciales, periodistas, activistas y líderes de oposición detenidos son enviados de Estados Unidos para desestabilizar la región.
Durante su discurso que se prolongó por más de media hora, apuntó en la Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TPC) que los más de 40 arrestados de junio a la fecha incumplieron la ley.
En la reunión que desafía al gobierno de Joe Biden, pues ha sancionado a estos regímenes, Ortega advirtió no caerá en chantajes yanquis ante los vetos contra su gabinete, incluida su esposa, Rosario Murillo, pues en Nicaragua “existe un sistema judicial”, reiterando que EU financió a la disidencia y, pese a que aboga por actuar en favor de la paz y la democracia, en realidad Washington ha cometido actos terroristas contra otros gobiernos.
Indicó que el objetivo de ese financiamiento era desestabilizar el país y derrocarlo, hecho del que se ufanó no se logró, pues el pasado 7 de noviembre se reeligió por tercera ocasión consecutiva luego de eliminar del camino toda oposición.
Y adelantó que muy pronto la Fiscalía, también cooptada por el sandinismo, destapará este expediente que incluye lavado de dinero, aunque ha bloqueado los casos alegando sobrecarga laboral, lo que le permite retenerlos por tiempo indefinido. El líder nicaragüense sostuvo que EU respaldó ilegalmente a opositores y Organizaciones no Gubernamentales (ONG), entre éstas la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, caso por el que la aspirante Cristiana Chamorro está por cumplir 200 días bajo arresto domiciliar.
Durante el encuentro los mandatarios, quienes no fueron invitados a la Cumbre Democrática de Biden, coincidieron en sus críticas contra el injerencismo estadounidense y hasta azuzaron que, pese a las medidas coercitivas, se mantienen en el poder, lo que recuerda los largos mandatos de Ortega y Maduro, con 14 años y ocho años en el poder, respectivamente.
A la par de su viaje a Cuba, la Asamblea nicaragüense —bajo su control— eliminó nueve ONG, con lo que suman más de 50 “desaparecidas” en lo que va del año.
Previamente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) urgió a restablecer el Estado de derecho tras documentar las anomalías del régimen, mismas que son equiparables a la tortura y con las que perdió la oportunidad de dar un paso democrático real, al cerrarle el paso a la oposición.
La alta comisionada adjunta de la Oficina para los Derechos Humanos del organismo, Nada Al-Nashif, refirió que los comicios del mes pasado evidenciaron “un preocupante deterioro de los derechos civiles y políticos”, luego de ordenar el arresto de disidentes bajo leyes a modo que son incompatibles con normas internacionales, hecho por el que decenas de críticos siguen en aislamiento prolongado. Y recordó que esta situación se ha extendido desde 2018, periodo en el que cooptó a las instituciones y órganos electorales para perpetuarse en el poder.
Dicho panorama fue ratificado por el relator especial de la Comisión Inter-americana de Derechos Humanos (CIDH) en la materia, Pedro Vaca, quien sostuvo que la nación centroamericana vive el peor deterioro también en la libertad de prensa en todo el continente. En una audiencia en la que participaron periodistas asediados, éstos comentaron que es un riesgo simplemente hablar en este tipo de eventos, pues el régimen les puede imputar delitos establecidos en la Ley 1055. Y agregó que más de 60 personas en la región se encuentran en extrema vulnerabilidad y riesgo por el acoso del gobierno, mismo que ha acotado a medios como Confidencial y Radio Darío.
