Ni 2021 se salvó de confinamientos

Covid sin freno: entre récords y variantes

A un año de las primeras dosis pocas naciones rebasan objetivo de 40% de población vacunada; ven nuevo riesgo con Ómicron; EU lidera incidencia y supera 800 mil muertes

Policías revisan certificados Covid o pases verdes de ciudadanos para permitirles la movilidad y acceso a lugares públicos.
Policías revisan certificados Covid o pases verdes de ciudadanos para permitirles la movilidad y acceso a lugares públicos. Foto: AP

El segundo año de la pandemia concluye sin esperanzas de poner fin a un virus que ya mató a 5.3 millones de personas, pues, pese al desarrollo y aplicación de vacunas, decenas de países se ven agobiados por contagios y hospitalizaciones como si se repitiera el 2020 y pocas han logrado el objetivo de más de 40 por ciento de población inoculada.

El surgimiento de variantes más contagiosas como Delta (de India) y Ómicron (de Sudáfrica) —que este año fueron catalogadas conforme al alfabeto griego—, el rechazo a las vacunas y el levantamiento de normas sanitarias provocaron más brotes y récords de infecciones. Eso llevó al país más afectado por este virus a superar todas las barreras que ningún otro logro, pues hasta el cierre de esta edición sólo Estados Unidos rebasó los 700 mil y, recientemente, los 800 mil fallecimientos por la pandemia desatada en China, concentrando casi la sexta parte de las muertes a nivel mundial.

Dichas amenazas, por el desconocimiento y hasta por creencias de que haberse contagiado o tener el esquema Covid los hacía inmunes llevaron nuevamente a cierres y restricciones, aunque menos prolongados que antes, como limitaciones a viajeros, por la importación de mutaciones que evaden la efectividad de los fármacos y hasta pruebas PCR, y a los no inmunizados. Lo que detonó cientos de protestas en contra de los mandatos para hacer obligatoria esta estrategia.

Incluso, los biológicos se convirtieron en un arma de doble filo, por un lado la pelea de potencias para generar sus propias inyecciones y por el otro el acaparamiento, recriminado en reiteradas ocasiones por el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, y representantes del sector médico. Y es que las potencias adquirieron los primeros lotes dejando a países pobres en la lista de espera, mismos que cuando por fin tuvieron una ventana para surtirse se veían obstaculizados por países ricos que adquirían más para aplicar segundas y terceras inyecciones a adultos, jóvenes y niños, por lo que sus primeros fármacos llegaron a través de la plataforma Covax o donaciones.

Y así, con más peligros que certezas y alivios, el mundo acumuló en 12 meses 3.5 millones de muertes más, casi el doble de las del primer año, y 188 millones de infecciones extra en comparación con las menos de 90 mil durante todo 2020. Ello evidencia que las vacunas por sí solas, como afirmó la OMS, no son la solución mágica. Son la mejor respuesta para prevenir la muerte y los casos graves, pero sin el acompañamiento del uso de cubrebocas, distanciamiento social, pruebas diagnósticas y otras medidas sanitarias no son garantía de nada, y el mejor ejemplo de este escenario es que hasta los que superaron 90 por ciento de población inmunizada aplicaron nuevas cuarentenas por brotes de riesgo.

  • El dato: La última variante alcanzó en cuestión de semanas a casi 80 naciones a nivel mundial; su rápida expansión aún hace dudar sobre la efectividad de las vacunas para contenerla.
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