Ratifica compromiso antiterrorista

EU concreta el fin de la mayor guerra… pero abre “cacería”

Joe Biden refrenda éxito en salida con 120 mil evacuados, pese a nuevas bajas; sostiene que ningún alargue habría cambiado la crisis afgana

El general mayor Chris Donahue al abandonar Afganistán a bordo del último vuelo que partió el 31 de agosto.
El general mayor Chris Donahue al abandonar Afganistán a bordo del último vuelo que partió el 31 de agosto. Foto: AP

Dos décadas y tres cambios de gobierno tardó Estados Unidos en acabar con la mayor guerra desatada por el peor atentado terrorista en el país el 11 de septiembre de 2001, misma que fue respaldada y puesta en marcha en apenas una semana.

Con anticipación y una evacuación de más de 120 mil personas, entre ciudadanos, militares, diplomáticos y refugiados, en poco más de dos semanas cerró a marchas forzadas un ciclo de invasión en Afganistán, base de los responsables del ataque, y contra Al-Qaeda, en el tiempo que decretó el Talibán, grupo extremista que asumió el poder para presionar la salida que hubieran querido lograr en 2001.

Pero el presidente Joe Biden abrió otro ciclo al lanzar una severa advertencia al Estado Islámico (EI) y su célula ISIS Khorasan (ISIS-K) por la doble explosión cinco días antes de concretar la salida, pactada desde la administración de su antecesor Donald Trump con líderes afganos.

“No perdonaremos, no olvidaremos. Los vamos a cazar y los haremos pagar”, advirtió el mandatario al señalar que ya tenían identificados a los autores del ataque, estos días antes de su histórico discurso del fin de una guerra el 31 de agosto, horas después de que el último soldado de sus tropas, imagen icónica protagonizada por el mayor del Ejército, Chris Donahue, al abordar la aeronave militar C-17 para partir un minuto antes de la medianoche de Kabul, en el que también iba el embajador Ross Wilson.

No lo olvidaremos (atentado en Kabul), no lo perdonaremos. Los cazaremos y los vamos a hacer pagar...
Joe Biden, Presidente de EU

El amago de persecución es una afrenta clara contra cualquier rastro de terrorismo luego del ataque cerca del aeropuerto de Kabul, zona estratégica de la salida; ese día los islámicos mataron a 13 militares —elevando a dos mil 455 las bajas para el Ejército de EU— y a más de 170 afganos que intentaban salir.

Tras la histórica evacuación que fue calificada de atropellada por republicanos, el general Frank McKenzie, quien desde EU coordinó los últimos pasos en territorio invadido, resaltó que unos días más no habrían hecho la diferencia, pues no garantizaban rescatar a más afganos, por lo que la tarea militar se transformó en un proceso diplomático y de ayuda humanitaria.

Líderes militares y políticos como el secretario de Defensa, Austin Lloyd, McKenzie y hasta el secretario de Estado, Antony Blinken, respaldaron a Biden, quien en reiteradas ocasiones desde que anunció la evacuación (en mayo pasado) refirió que ni un día ni 10 ni años habrían hecho la diferencia y que no se arrepentiría, pese a las fuertes críticas, especialmente del partido rival y hasta del propio Trump, envalentonado con la idea de que con él, el resultado habría sido mejor.

  • ​ESTADO ISLÁMICO
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Sin embargo, con apenas siete meses en el cargo, el presidente sostuvo que no daría continuidad a “una guerra interminable”, en la que consideró se perdió el propósito y ésa era la decisión correcta. Ratificó que su país no podría sufrir más las consecuencias de una guerra que inició en la era de George W. Bush y que ni los mismos afganos estaban dispuestos a seguir para evitar nuevos asentamientos terroristas, pues su falta más grande fue no aceptar que el entrenamiento a las Fuerzas Armadas de la nación asiática no rindió frutos.

Semanas después, la inteligencia de EU reveló que Al-Qaeda sigue en la mira como amenaza, pues no descartan que a más tardar en dos años retome su capacidad, luego de la salida de EU de lo que consideran su territorio; incluso, según informes de la CIA y la Defensa este resurgimiento podría darse antes de que lo noten, como ocurrió el ascenso Talibán, mismo que pronosticaban en un plazo mayor que en el que pasó.

  • El dato: A casi cuatro meses de esa salida aún no hay alertas sobre el retorno del terrorismo, pues sólo se han reportado enfrentamientos entre el Talibán y algunos disidentes.