La policía estadounidense Kim Porter fue declarada culpable por dos cargos de asesinato a ocho meses del tiroteo en el que mató al joven automovilista de raza negra Daunte Wright, quien se encontraba desarmado.
Aunque su condena podría tardar algunos meses se estima que alcanzaría una pena de hasta 11 años, la mitad en comparación con la condena que recibió el oficial Derek Chauvin por el caso George Floyd, también de raza negra; destacando que ambos juicios se realizaron en la misma sala.
Se reportó que el jurado, de mayoría de raza blanca al igual que la acusada, tardó 27 horas en la deliberación y este jueves la declaró culpable, pues no le bastó a la oficial suspendida su declaración de que confundió su teaser o paralizador con su arma. Y es que desde el incidencia cuando disparó contra el joven de 20 años, la uniformada dijo que confundió estas armas. Incluso en la grabación de su cámara corporal se escucha el momento en que la oficial de Brooklyn admite que se equivocó y mató prácticamente a un niño.
Hecho que intento explotar su abogado, Earl Gray, afirmando que se trató de un error que lamentablemente terminó con una muerte.
Durante el proceso, Porter reiteró que su intención era paralizarlo para evitar que huyera, pues al revisar su unidad por una presunta falta de tránsito identificaron que el conductor tenía pendiente una orden de arresto por una acusación menor.
De acuerdo con medios locales, los fiscales demandan una condena mayor por asesinato, por hasta 15 años en total por los cargos imputados, argumentando que la oficial de 49 años puso en riesgo a más ciudadanos, por supuesta negligencia criminal.
Lm.