Con un segundo récord consecutivo de más de 100 mil infecciones diarias, Gran Bretaña acumuló en apenas dos semanas 10 por ciento de la incidencia de toda la pandemia, a causa de la variante Ómicron y el gobierno se resiste a detener las celebraciones de finnde año, mientras que expertos insisten en limitar las celebraciones navideñas.
Al contabilizar los datos de los últimos 15 días —entre el 9 y el 23 de diciembre—, la región concentró un millón 167 mil 886 contagios, equivalente a 9.8 por ciento de los positivos en dos años, de acuerdo con la Agencia de Seguridad Sanitaria (HSA) y la Universidad Johns Hopkins, elevando las dudas sobre la variante altamente transmisible, cuando no hay claridad de aligerar las tendencias.
Sin embargo, sólo 90 mil 906 del acumulado corresponde a esta variante de preocupación, desde que se detectó en el país el pasado 27 de noviembre, luego de que ayer mismo alcanzara su peor incidencia por ésta con 16 mil 817, luego de los saltos de 12 mil, 13 mil y 15 mil registrados en las últimas semanas.
Pese a estas cifras, que no se alcanzaron ni con Delta, autoridades rescatan que hay indicios alentadores, pues el riesgo de hospitalización a causa de la mutación sudafricana es hasta 70 por ciento en comparación con la previa, considerada la más contagiosa, mientras que en torno al ingreso en Cuidados Intensivos es de 45 por ciento, según un análisis comparativo del Imperial College de Londres y de la Universidad de Edimburgo, anticipándose a los desastres de un posible rebase de la capacidad hospitalaria. También se detalla que hay peligros en la reinfección, pues hasta 9.5 por ciento de los que contrajeron este linaje ya habían estado enfermos por el virus.
Insisten que no habrá restricciones
Pero aún hay garantías de librar esta batalla, por ello, la directora ejecutiva del HSA, Jenny Harris, pidió esperar a más estudios, pues prácticamente conocen la variante de apenas un mes y ésta sigue causando estragos a un ritmo acelerado, lo que recuerda la advertencia de que el continente enfrentará una “tormenta” por Ómicron.
En tanto, el gobierno parece minimizar la emergencia reiterando que hay disponibles dosis de refuerzo y que la variante es menos grave. Las afirmaciones se desprenden de las bajas hospitalizaciones (330) y muertes (24) por la variante hallada en la región el pasado 27 de noviembre; es decir, menos de uno por ciento de la incidencia total por Ómicron. Pero la alerta se centra en los decesos, pues es la nación que más suma, pues Estados Unidos e Israel sólo reportan uno, respectivamente.
Además, basan sus esperanzas de salir de esta oleada en las vacunas, luego de que el primer ministro sostuviera que aplicarían hasta un millón diario, aunque no lo han logrado. Y hay signos alentadores en los biológicos, pues las farmacéuticas afirman que son resistentes a ésta, como AstraZeneca, que reportó que su refuerzo eleva la producción de anticuerpos, generando niveles más altos que con la dobles dosis contra Delta. En resumen, la Universidad de Oxford puntualizó que “el refuerzo afianza la protección contra Ómicron”.
En contraste de las medidas en GB, socios europeos como Francia e Italia endurecen su postura para contener la oleada, pues ambas regiones registran alzas diarias. El mandatario galo,
Emmanuel Macron, instó a las familias a realizarse test para “cuidarse unos a los otros”, pues estas pruebas son determinantes para evaluar si es seguro acudir a una fiesta o si deben confinarse, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a no ver las vacunas o refuerzos como la oportunidad de hacer festejos en grande. Mientras que Italia replicó la obligatoriedad del uso de cubrebocas en exteriores como en España, añadiendo que se requiere las tipo KN92 en transporte público y espacios cerrados; asimismo, ordenó el cierre de todas las discotecas, medida que se extenderá hasta el 31 de diciembre.
En tanto, Estados Unidos reforzó el plan de tratamientos orales al avalar una segunda píldora en igual número de días. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dio luz verde al molnupiravir, de Merck, para atender a pacientes infectados fuera de hospitales, resaltando que ante Ómicron se debe aligerar la carga de ingresos. A diferencia del Paxlovid, de Pfizer, sólo se aplicará a mayores de 18 años, por lo que el primer será el único que se aplique entre adolescentes de entre 12 y 17 años.
Además, en esta lucha América también toma acción, pues Ecuador hizo obligatoria la inoculación por el aumento significativo de casos a una semana de detectar esta cepa. “Queremos proteger la salud de todos los ciudadanos”, externó la Ministra de Salud, Ximena Garzón, al calificar de preocupante la situación en el país por el incremento de contagios y ocupación de camas. Con ello, se convierte en el primer país de América Latina que toma esta ruta.
Por separado, Chile confirmó que la aplicación de cuartas dosis, como ya adelantaba siguiendo los pasos de Israel, comenzará en febrero próximo.