Andrew Angus, un residente del condado de Marín, en California, decidió hacer una fiesta de Año Nuevo a pesar del alza de contagios de COVID-19 en Estados Unidos, sin embargo, para su reunión, el hombre compró una máquina que procesa pruebas PCR, mismas que hará a sus invitados en las horas previas al evento, para cerciorarse que no haya infectados de coronavirus y la velada sea segura.
"Queríamos tener una fiesta y creemos que podemos hacerlo de manera segura", dijo Andrew Angus a ABC7 News.
El hombre señaló que hará las pruebas con la finalidad de mantener a su familia a salvo, así como a los invitados. "Pones el cartucho, se calienta, luego obtienes la muestra de tu nariz, la metes en el cartucho y se sincroniza en mi teléfono", explicó Angus, quien destacó que el proceso de detección dura alrededor de 20 minutos.
La familia del condado de Marín gastó en la adquisición de la instrumentación para detectar COVID-19, cerca de mil 500 dólares (30 mil 719 pesos mexicanos), resaltó Andrew Angus, y añadió que es un precio que está dispuesto a pagar por la salud de sus dos hijos quienes aún no pueden ser vacunados por su edad.
"Ha sido un año estresante (…), para todos nosotros reunirnos con nuestros amigos es importante".Andrew Angus
Angus agregó que el año pasado realizó fiestas al aire libre las cuales definió como un éxito, por lo que mencionó que confía en que están siendo lo más seguro posible.
Por su parte, el doctor Matt Willis, oficial de Salud Pública de Marín, hizo énfasis en que actualmente se están presentando brotes de COVID-19 en reuniones donde todas las personas están vacunadas.
KEFS
