COVID-19

Endurecen posturas contra no vacunados

Los mandatarios de Filipinas, Rodrigo Duterte, y Gran Bretaña, Boris Johnson, se sumaron a una postura más firme contra ciudadanos no vacunados y grupos antivacunas

Boris Johnson, primer Ministros de Reino Unido en una visita a un laboratorio de control de la vacuna Covid. AP

Los mandatarios de Filipinas, Rodrigo Duterte, y Gran Bretaña, Boris

Johnson, se sumaron a una postura más firme contra ciudadanos no vacunados y grupos antivacunas, después de que su homólogo francés, Emmanuel Macron, advirtiera que “fastidiaría” a ese sector.

Duterte, quien se ha caracterizado por ser muy enérgico en el tema, advirtió que no permitirá que quienes no estén inmunizados sigan en la calle, por el riesgo que representan, y adelantó que si son descubiertos fuera de casa serán arrestados.

“Mi posición es que podemos detenerlos”, anunció respaldado por la escalada de casos, pues según datos gubernamentales en los últimos días la cifra de infecciones se triplicó, por lo que reiteró que recurrirán a estas medidas, que anticipaba hace medio año cuando amagó con forzarlos a recibir sus biológicos. Y ahora estableció que serán capturados si se comprueba que rompieron el aislamiento, pese a no contar con la inmunización completa, aunque no hay un registro del avance de esta estrategia, según el recuento de Our World in Data.

Por separado, Johnson, quien se ha negado a imponer nuevas restricciones, indicó que estos grupos pueden ser contraproducentes en esta estrategia.

Sostuvo que los sectores que rechazan las dosis difunden información falsa y “tonterías”, lo que aseguró que es un enfoque incorrecto que puede afectar las metas previstas, pues no han logrado elevar las tasas de inoculación en medio de otra oleada y el riesgo de saturación hospitalaria que ya viven y calculan será más severo que el de hace un año.

Agregó que al no ser tan restrictivos, la inoculación debería ser voluntaria, justo cuando se acercan al 70 por ciento de la población completamente inoculada.

Cabe destacar que con el surgimiento de Ómicron más países ampliaron las vacunas en niños, como en Brasil, en donde el regulador aprobó aplicarlas a menores de entre cinco y 12 años; sin embargo, el presidente Jair Bolsonaro cuestionó la premura en la materia.

Ratificando su postura negacionista, dijo que su hija de esa edad no será vacunada y atribuyó el aval a otros intereses, ironizando que no hay muertes de este tipo en el país en este grupo.

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