Nuevas acusaciones avivan el diferendo entre Rusia y Occidente ante la previsión de una invasión en Ucrania e intentos de desestabilizar a ese gobierno con un alfil prorruso, mientras cuatro gobiernos fortalecen el apoyo militar al territorio amenazado y Estados Unidos ordenó la salida de ciudadanos y personal diplomático, así como no viajar a Rusia.
El Kremlin desmintió los supuestos planes para tomar el poder en la nación o imponer un gobierno títere como aseguró Gran Bretaña. Y advirtió que esta acusación sólo muestra que los provocadores son los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pues EU y aliados amagan con “una respuesta rápida, severa y unida”, pues adelantan un freno a sus exportaciones.
Son ellos “los que están subiendo la tensión”, atajó la vocera de Exteriores, Maria Zajarova, ante la declaración del viceprimer ministro británico, Dominic Raab, de que pretenden colocar a un nuevo líder en la zona para debilitar al presidente Volodimir Zelenski, y Rusia rei-teró que no hay pruebas de la supuesta inteligencia. En tanto, líderes del país en riesgo piden tomar en serio ese reporte, pues ante la amenaza no deben descartar advertencias por ridículas que suenen.
Incluso, el funcionario británico exigió al presidente ruso, Vladimir Putin, dar un “paso atrás”, después de revelar la estrategia de apuntalar al exdiputado Yevhen Murayev como un nuevo gobierno, ante lo que el Kremlin instó a GB a “detener sus actividades provocadoras” y no difundir “tonterías”. Ante lo que el señalado no descarta emprender acciones legales tras la implicación en la posible invasión, pues sostuvo que no tiene ninguna relación con el Kremlin y hasta le prohibieron el ingreso a esa nación.
Pedimos a la Oficina de Exteriores británica que detenga sus actividades provocadoras y deje de difundir tonterías...Maria Zajarova<br>Vocera de Exteriores de Rusia
En medio de la escalada, el Departamento de Estado de EU ordenó la salida de familiares de funcionarios y parte del personal diplomático ante la amenaza de un ataque en Kiev, aunque afirman que la embajada mantendrá operaciones. En un comunicado, exhortó al personal no esencial a retornar inmediatamente y a connacionales que viven allá salir lo más pronto posible, pues las condiciones de seguridad son “impredecibles”, panorama que ya anticipaban aerolíneas como Lufthansa que reprogramó sus vuelos nocturnos al advertir que hay un gran riesgo de “pasar la noche en Ucrania, debido a la tensión política” regional.
Además, los nuevos dimes y diretes enturbian las conversaciones entre ministros de Defensa de Rusia y GB, Ben Wallace y Sergei Shoigu, respectivamente, previstas para esta semana. Lo que recuerda otra acusación de Zajarova de que rivales usan a medios de comunicación para golpearlos, ante la versión de que su aliado China le pidió no atacar durante los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, que se celebran en Beijing, lo que tachó de falso e intento de “operación especial”.
Hasta el momento, ningún llamado a la paz ha evitado el reforzamiento en la zona en conflicto, luego de las fotografías del despliegue fronterizo ruso. Este fin de semana, Kiev recibió 170 toneladas de equipo militar, armas y municiones de EU, de acuerdo con el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov; hecho que Zelenski calificó de respaldo “sin precedentes” de su homólogo Joe Biden.
Por separado, Estonia se sumó al plan de defensa con misiles antitanque, según autoridades de sus Fuerzas Armadas para resistir cualquier intento de agresión, mientras que Letonia y Lituania alistan la entrega de misiles y sistemas antiaéreos, aunque reconocen que lo ideal es que no tengan que usarlos.
A esta escalada se suma la frontalidad del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, aliado de Putin, quien refrendó su apoyo a Rusia al advertir a Occidente que su alianza es más fuerte que la de ellos, pues “es imposible derrotarnos, somos invencibles”, elevando la amenaza de conflicto armado, pues recordó que tiene a 30 mil efectivos concentrados en Polonia que rápidamente fortalecerán al Kremlin de ser necesario. Y remató “si alguien no lo ha entendido. No es una amenaza sino una simple advertencia”, lo que recuerda las diferencias con Europa.
Además, en EU crecen las críticas por la negativa a imponer sanciones a Rusia antes de un ataque, ante lo que el secretario de Estado, Antony Blinken, reiteró que esa estrategia no tiene sentido al momento, pues con las negociaciones en curso no daría el efecto deseado, que es disuadir a Rusia. Agregó que mantendrán el diálogo, pero no permitirán ni una sola fuerza adicional, pues ese país será el que determine si prefiere el camino de la diplomacia o de la agresión, pues
Occidente ha mostrado abiertamente sus cartas para atenuar las tensiones y evitar lo que considera una nueva Guerra Fría.