La farmacéutica Pfizer ya prueba su nueva vacuna anti-COVID para combatir específicamente a la variante Ómicron, actual dominante en el mundo.
La empresa informó que, de acuerdo con su ensayo clínico, prevén aplicarla a unas mil 400 personas para evaluar la respuesta inmunitaria que genera contra el linaje sudafricano, luego de que se revelara que las vacunas no son lo suficientemente fuertes contra ésta por su capacidad evasiva.
Según el expediente este biológico se inyectará a voluntarios de entre 18 y 55 años de edad que hayan recibido su última dosis en un plazo de entre 90 y 180 días, para determinar su seguridad y tolerabilidad.
“Reconocemos la necesidad de estar preparados en caso de que esta protección disminuya”, aseveró la jefa de investigación de Pfizer y BioNTech, Kathrin Jansen, a sólo unos días de que especialistas advirtieran que el esquema de doble dosis o hasta tres dosis es insuficiente ante el surgimiento de más variantes.
Asimismo, la firma adelantó que en estos ensayos también revisará los resultados de una cuarta dosis, como ya se aplica en Israel y Chile. El objetivo es identificar cuánto pueden mejorar o elevar los anticuerpos en personas ya inmunizadas, con un intervalo de hasta seis meses después de su última aplicación.
Cabe destacar que algunas naciones analizan la viabilidad de una nueva dosis debido a los picos que ha ocasionado la variante hallada en noviembre del año pasado, aunque estudios recientes revelan que hasta cuatro meses después de recibir la tercera dosis la efectividad se mantiene en 89 por ciento, hechos que fue corroborado por la revista especializada The Lancet.