Ante el retiro del juez Stephen Breyer de la Corte Suprema de Estados Unidos, el presidente Joe Biden encara su primera nominación para renovar este poder, aunque no para equilibrarlo.
Este cambio no dará el giro que busca, pues aunque incluya a un liberal, el o la elegida sustituirá a uno de la misma corriente, ya que aún son mayoría los conservadores con la inclusión de tres de ellos durante la gestión del exmandatario Donald Trump; es decir, se mantiene un voto de seis contra tres en temas de interés nacional como el aborto y el derecho a portar armas.
Breyer, nominado por Bill Clinton y el de mayor trayectoria con casi tres décadas, confirmó que al concluir su periodo en junio se jubilará, ante lo que la Casa Blanca refrendó que cada juez decide separarse o seguir en funciones.
Su inminente salida abre la puerta a la inclusión de una jurista de raza negra, pues ésta es la intención de Biden, según medios locales, para dejar un legado histórico. Aunque aún no hay perfiles seguros, ya destacan varios nombres para ocupar la vacante que deja Breyer como juezas estatales o exdefensoras públicas.
Y se prevé que a quien designe sea respaldado sin obstáculos por el Senado, pues sólo requiere una mayoría mínima, a menos de cinco meses de las elecciones intermedias en el país.