Con el porcentaje más alto, de apenas 30 por ciento de la preferencia electoral, Costa Rica confirma que va por una segunda vuelta el próximo 3 de abril, reveló el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
El puntero es, como anticipaban las encuestas, el expresidente José María Figueres, del Partido Liberación Nacional, con 13 por ciento del recuento, por lo que será uno de los que definirá el cargo en una nueva jornada electoral, prevista para dentro de dos meses.
Mientras que el segundo lugar sigue en disputa, pues los tres aspirantes mejor ranqueados tienen una diferencia de menos de tres puntos. El predicador Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República, alcanzó 17.96 por ciento, Rodrigo Cháves, del Partido Progreso Socia Democrático, 15.56 por ciento, y la exvicepresidenta Lineth Saborío, del Partido Unidad Social Cristiana, suma 14.97 por ciento.
Tras dar a conocer los resultados del primer corte poco antes de las 21:00 horas, la presidenta del órgano electoral, Eugenia Zamora Chavarría, llamó a los 25 candidatos a ser conciliadores en esta nueva etapa, pues en dos meses volverán a las urnas para definir al sucesor de Carlos Alvarado Quesada.
Además, la funcionaria agradeció el apoyo de observadores durante este ciclo electoral en el que hubo una participación ciudadana de 55.04 por ciento.
“No fue una jornada sencilla, sabíamos que no lo sería”, apuntó Zamora Chavarría ante las condiciones sanitarias por la pandemia de COVID-19, pero dijo que se garantizó la votación libre de todos los que acudieron a las juntas electorales.
Cierran casillas tras comicios presidenciales en Costa Rica
Tras una larga jornada electoral en la que destacaron las filas de votantes para elegir al presidente que reemplace a Carlos Alvarado en Costa Rica, las urnas cerraron este domingo.
A pesar del rebrote de contagios por COVID-19 y la decepción de muchos ciudadanos respecto a la política, la afluencia de votantes fue notable desde el inicio de la jornada. En el país están prohibidas las encuestas de salida o a boca de urna, pero los primeros resultados oficiales salieron poco antes de las nueve de la noche.
En la carrera por la presidencia en primera vuelta, de los 25 candidatos no hay un favorito claro, lo que hacía prever la posibilidad de un balotaje, que terminó por suceder. Esto significa que, dado que ningún candidato obtuvo al menos el 40 por ciento de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 3 de abril entre los dos más votados.
Con todo, parecía haber algunos candidatos favoritos: Fabricio Alvarado, que se presenta por su partido Nueva República, y José María Figueres, el candidato del Partido Liberación Nacional, fundado por su padre, José Figueres Ferrer, que presidió el país en tres ocasiones en las décadas de 1940, 1950 y 1970.
El Figueres más joven fue presidente de Costa Rica entre 1994 y 1998, pero se ha visto cuestionado por el salario de 900 mil dólares que recibió en concepto de consultoría de la compañía de telecomunicaciones Alcatel después de su presidencia, cuando la firma competía por un contrato con la compañía eléctrica estatal. Nunca se presentaron cargos en su contra y él ha negado cualquier infracción.
Los votantes también elegían este domingo una nueva Asamblea Nacional, días después de que la fiscalía del país solicitara levantar la inmunidad del presidente saliente para procesarlo por cargos relacionados con la recopilación de información personal de los ciudadanos.
Los costarricenses están frustrados por el alto desempleo, los escándalos recientes de corrupción pública y otro aumento de los contagios de COVID-19, pero ningún candidato ha canalizado ese descontento.
“Salí a votar primero porque es un derecho de la democracia que no debemos desperdiciar ni perder y al haber una enorme oferta de candidatos con gran cantidad de ideologías, debemos escoger bien a las personas que lleven las riendas del país en los próximos cuatro años”, afirmó Lorna Chacón, docente universitaria que acudió a emitir su voto en la capital del país, en entrevista con AP.
Además de la apatía de los votantes, la participación parecía incierta porque los casos nuevos de COVID-19 rondan los 6 mil diarios. Un funcionario electoral instó a las personas infectadas a no votar, aunque otros reconocieron que no había forma de impedir que la gente ejerciera su derecho constitucional al voto.
Los costarricenses residentes en el extranjero votaron el sábado en los consulados del país.
Con información de AP
CEHR