Noruega anunció que va a retirar casi todas las restricciones impuestas por COVID-19, ya que considera que no existe una amenaza importante para la salud de los ciudadanos, a pesar de que la variante Ómicron sigue extendiéndose en el país nórdico.
"Este es el día que hemos estado esperando", dijo el sábado el primer ministro, Jonas Gahr Stoere, durante una conferencia de prensa en Oslo. "Estamos eliminando casi todas las medidas por el coronavirus", agregó.
Justificó la medida diciendo que los noruegos están bien protegidos por las vacunas contra COVID-19 y que la proporción de ciudadanos que terminan en el hospital se ha mantenido baja a pesar de la propagación de Ómicron.
A partir del sábado, los habitantes de Noruega ya no están obligados a usar cubrebocas en lugares concurridos y se abolió la regla de distanciamiento de un metro entre personas. Además, se eliminaron los requisitos de autoaislamiento y se reemplazaron con una recomendación de que los adultos infectados permanezcan en casa durante cuatro días.
En diciembre, el país nórdico ordenó un confinamiento parcial para limitar la propagación de la variante Ómicron.
KEFS