Miles de personas en el mundo salieron a las calles a condenar el ataque de Rusia contra Ucrania. El territorio de Vladimir Putin, no fue la excepción.
Desde las redes sociales rusas se convocó a protestar por la guerra iniciada, que según argumentó el líder del Kremlin, es para “desmilitarizar y desnazificar” ese territorio, además de defender a la región del Donbás de genocidios de Kiev.
Tras el llamado a la manifestación, el Comité de Investigación ruso anticipó las repercusiones legales a las que se enfrenta cualquier persona que participe en protestas no autorizadas relacionadas con “la tensa situación en materia de política extranjera”.
Advirtió: “Deben ser conscientes de las negativas consecuencias legales de estas acciones, en forma de acusaciones que podrían llevar responsabilidades penales”
En tanto el Ministerio del Interior afirmó que tomaría “todas las medidas necesarias para asegurar el orden público”
A pesar de la amenaza, miles de personas se manifestaron en al menos 51 ciudades rusas, con pancartas y proclamas contra la guerra.
La Policía, que instaló cordones de seguridad en los sitios emblemáticos del país, reprimió en forma violenta las muestras de solidaridad con el pueblo ucraniano. El observatorio independiente de derechos humanos OVD-info reportó al menos 1,700 detenidos; la mayor parte de ellos en Moscú.
En toda Europa y en las principales ciudades del mundo, frente a las embajadas de Rusia, hubo protestas en apoyo a los ucranianos.
Miles marcharon y acompañaron a ucranianos en Washington, Londres, Berlín, Barcelona, Estocolmo, Tokio, Estambul, Roma, Varsovia, Ciudad de México y otras capitales.
En Estados Unidos hubo movilizaciones en la capital estadounidense, Nueva York, Houston y Denver. Donde ondearon banderas del país invadido y corearon “¡Detengan la agresión!”. En Londres, la concentración fue frente al despacho del primer ministro Boris Johnson, ahí demandaron sanciones más estrictas por parte de Reino Unido en respuesta a las acciones de Putin.
En España hubo concentraciones en Madrid y en Barcelona, ahí gritaron “no a la guerra” y “Putin fascista”, al final, cantaron el himno de Ucrania. A esa manifestación se unieron rusos que están contra de la agresión. “Putin es un asesino” o “No somos hijos de Putin”, manifestaron.
También en París y en otras ciudades francesas se replicó el gesto.
Muchos ucranianos que participaron en los movimientos alrededor del planeta expresaron que son un pueblo pacifista y dejaron ver su temor por los padres, hermanos, otros familiares y amigos que viven en el territorio azotado por la fuerza rusa.
