La Unión Europea (UE), Canadá, Gran Bretaña, Noruega e Islandia cerraron su espacio aéreo a firmas rusas para apretar la economía del invasor de Ucrania; mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, amagó con activar su arsenal nuclear, pese a un nuevo diálogo en la frontera con Bielorrusia.
Cuando líderes del bloque de los 27 definían un nuevo plan para acotar a Rusia, ese mandatario dio otro golpe al colocar a su Ejército en alerta máxima nuclear, dando pie al uso de misiles de corto y largo alcance y su sistema antimisiles, de los que es la principal potencia con hasta seis mil 255 ojivas casi la mitad de las 13 mil en todo el mundo, y mil más que EU; dicha acción fue tachada por organismos mundiales de irresponsable y peligrosa, lo que abre la puerta a nuevos castigos nunca antes vistos.
A tres días del inicio de los bombardeos, Ucrania recibió como una victoria la apertura del Kremlin para negociar en territorio neutral —pues Bielorrusia albergará el encuentro—; sin embargo, la tenue esperanza se rompió, pues Putin elevó su ofensiva al justificar que Occidente y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene una postura agresiva en su contra con múltiples hostilidades y sanciones, aunque no ha recibido ataques y son sus soldados los que han bombardeado cuarteles y bases ucranianas.
La declaración de escalada responde a la desconexión de los bancos del Kremlin del sistema internacional SWIFT, colocando a éstos contra las cuerdas al bloquear su capacidad operativa, luego de otras restricciones a instituciones bancarias.
Minutos después del cambio de postura, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó el freno a aerolíneas y aeronaves rusas u operadas por esa nación al negarles el aterrizaje, despegue o sobrevuelo en los 27 países, garantizando una respuesta unida luego de que pusieron un cerrojo individual..
Tras el bloqueo, aerolíneas como S7 Airlines y Aeroflot confirmaron la cancelación de vuelos al menos en febrero y marzo, aunque la UE prevé por tres meses.
Sin embargo, el cerco aéreo sigue extendiéndose, pues Canadá replicó el veto al sostener que Rusia pagará las consecuencias por “ataques no provocados” como lo hicieran antes Gran Bretaña, Noruega e Islandia. A la fecha no hay ninguna conexión entre ambas naciones, pero el Ministerio de Transporte señaló que, con la prohibición, lo obligan a cambiar rutas.
Por separado, el G-7 adelantó que ya prepara sanciones “dolorosas” contra Putin, estrategia que incluye más apoyo defensivo para Ucrania, según el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba.
En torno a las negociaciones, el gobierno de Volodimir Zelenski descartó un intento de rendición al ratificar que defenderán cada pulgada de su territorio; incluso, éste llamó a aliados a reforzar su presencia en la zona al asentar bases extranjeras y finalmente adherirla a la OTAN. Previamente, el líder ucraniano admitió desconfianza en el diálogo al detallar que no hay condiciones para un acuerdo más que romper con la invasión, pero dio el beneplácito para mostrar que desean acabar con el conflicto; por ello, su gobierno no quita la mira de severas sanciones contra el país vecino al denunciarlo por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya tras sumar, hasta ayer, 352 muertes de civiles, 14 de ellos niños, y resaltó que han dado pasos certeros contra invasores al causar cientos de bajas, hecho que después de varios días de asedio admitió el Kremlin aunque no reveló cifras.
Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo Consejo de Seguridad se reunió ayer, podría aumentar el cerco contra Rusia, pues a casi 72 horas de que ese gobierno vetara la condena en su contra, hoy la Asamblea General realizará una reunión extraordinaria que no se registraba desde 1982, pese al rechazo de Moscú y la abstención de China, India y Emiratos Árabes Unidos.
Cabe destacar que este paquete de sanciones no sólo es en temas económicos sino contra agencias y medios rusos, al prohibir la transmisión de RT y Sputnik en la UE responsables de difundir mentiras y sembrar la división, mismos que YouTube y Google bloquearon por incumplir sus normas. En tanto, su aliado Turquía cerró el paso marítimo tanto a Rusia como a Ucrania, pues al ser partícipes de una guerra se convierten en zonas vetadas para navegar por el mar Negro.
Éstas también se dirigen contra Bielorrusia para cortar al igual que a Rusia acceso al sistema financiero, pues dicha nación ha expresado su apoyo al Kremlin y ayudó al ingreso de tropas. Incluso, al cierre de esta edición aprobó en su referéndum para ampliar el mandato de Aleksander Lukashenko el fin a su estatus no nuclear, abriendo la puerta al uso de su territorio para que Rusia ataque.
Crece gasto militar. Los países de la UE terminaron con la tradición en torno a la compra y suministro de armas al garantizar la financiación por 500 millones de dólares a la nación invadida.
“Otro tabú ha caído”, externó el jefe de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, al confirmar nuevo apoyo militar al país de Zelenski y uno de estos gobiernos, Suecia, garantizó ayuda militar como antitanques, cascos y chalecos antibalas.
Previamente, EU autorizó 350 millones de dólares para la resistencia en Kiev desde los primeros bombardeos. El secretario de Estado, Antony Blinken, garantizó “asistencia defensiva letal”; mientras que Canadá confirmó el envío de máscaras y gas y equipo de visión nocturna.
En tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, adelantó que elevarán 100 mil millones de euros el gasto para modernizar a sus fuerzas armadas, abriendo la posibilidad a dar respaldo a Ucrania; mientras que Dinamarca, que anunció la entrega de casi tres mil armas letales, busca voluntarios para integrar una brigada extranjera.
Se agotan reservas y oxígeno. Los hospitales luchan a contrarreloj en Ucrania para luchar contra la otra emergencia, la pandemia de Covid-19, en medio del conflicto armado.
A unos días de la irrupción rusa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que Ucrania se quedaría sin oxígeno y sin suministro en 24 horas, debido a que la situación ha impedido que camiones con el apoyo sanitario lleguen a sus destinos.
Al señalar que están muy cerca de “un punto muy peligroso”, líderes del organismo llamaron a las naciones involucradas a garantizar un corredor desde Polonia para llevar a esa nación los suministros para enfrentar al virus, plan que respaldó el Papa Francisco al demandar apoyo humanitario ante esta grave situación.
