Pese a los acercamientos con Ucrania, Rusia lanzó una nueva ofensiva al bombardear la mayor torre de telecomunicaciones en Kiev, inmuebles en Járkov e instalaciones estratégicas de otras ciudades, aumentando las cifras letales, mientras amaga con seguir atacando toda infraestructura de sus grandes urbes.
En el sexto día de embestida, el Ministerio de Defensa del Kremlin exhortó a los ciudadanos a salir de ciertas zonas lo antes posible, elevando los temores y dudas sobre su seguridad con ataques de precisión hacia cuarteles y puntos estratégicos, pues éstos podrían alcanzar a viviendas. Lo que agrava la histórica salida de la zona con decenas de familias y niños abriéndose camino hacia la frontera, mientras el tribunal internacional clama para detener el asedio contra la población civil y adelanta audiencias para verificar crímenes.
Casi de manera inmediata al amago de atacar zonas civiles resonaron las sirenas que anticipaban nuevas explosiones y un doble ataque alcanzó a la principal torre de 385 metros de alto en la capital. El daño cortó las transmisiones de radio y televisión en el país, mientras medios estatales rusos —RT y Sputnik— son desconectados a nivel mundial por países, plataformas y empresas en respuesta a la invasión. En este punto se reportaron al menos cuatro muertos, pues el estallido dañó otros inmuebles y causó severas afectaciones al memorial Babi Yar dedicado a víctimas del Holocausto, mientras temen que los ataques se extiendan y se vulneren sitios emblemáticos como su catedral.
Sin embargo, el mayor blanco de ayer fue Járkov, la segunda ciudad más grande del país, en donde la resistencia enfrentó practicamente todo el día el asedio. Desde temprano y hasta última hora de ayer hubo ataques repetitivos y nuevos avances de tropas enemigas dirigidos contra la sede del gobierno local, la Plaza de la Libertad y depósitos militares, hecho por el que quedó destruido el consulado de Eslovaquia, según esa nación, y hasta se notificó el aterrizaje de más militares rusos.
Asimismo, se reportaron incursiones soviéticas en otras ciudades como Mariupol, Jerson y Yitovir, en este último sitio civiles se unieron a la defensiva al lanzar bombas molotov que ellos mismos armaron, tal y como exhortó la autoridad al entrenarlos para tratar de causar el mayor daño posible. Horas antes, en esa región —que alberga a la brigada aérea— se confirmó un fuerte impacto cerca del hospital.
Con un panorama de mayor intensidad, el presidente Volodimir Zelenski ratificó que defenderán hasta la última parte de su territorio, pero para ello, reiteró, necesita el apoyo de la comunidad internacional, especialmente de la Unión Europea (UE) a la que confrontó al exigir “demuestren que la UE está con nosotros, de nuestro lado”, luego de asegurar que los actos cometidos por el gobierno rival de Vladimir Putin son crímenes de guerra y terrorismo de Estado y terrorismo al descubierto.
En un discurso virtual ante la Eurocámara, el líder de la resistencia en Kiev insistió que sus aliados deben fijar claramente su postura contra Rusia y en favor de la libertad, al advertir que su mayor prioridad es defender su soberanía y territorio. Y ratificó su petición de inmediata adhesión al bloque de los 27, sector que se abre al análisis con el visto bueno de casi la tercera parte de sus integrantes.
A lo largo de nuestra historia hemos aprendido esta lección:Joe Biden<br>Presidente de EU
Cuando los dictadores no pagan el precio por su agresión, provocan más caos
Asimismo, refrendó que Ucrania puede ser más fuerte con ellos, de lo contrario su debilitamiento pondrá en riesgo también la seguridad regional, al reportar estos nuevos avances rusos en su territorio.
Para Zelenski, quien demandó más apoyo defensivo, se requiere de mayor firmeza para “detener al invasor”, hecho que externó a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en una llamada telefónica al empujarlo a aprovechar su discurso sobre el Estado de la Nación para ser más duro contra el gobierno ruso y ratificar que para avanzar en las negociaciones se debe poner fin a los bombardeos.
Hecho que respondió con creces EU, pues el demócrata afirmó que estrangulará la economía de Putin, al acotar a oligarcas y congelar sus fondos de guerra, hasta debilitar su poderío.
En el evento en el que tuvo como invitada especial en el palco junto a su esposa, Jill Biden, a la embajadora ucraniana en su país, Oksana Markarova, quien recibió una cálida ovación a modo de solidaridad, el mandatario reiteró que hará todo para presionar con un mayor aislamiento económico y nuevas restricciones a la potencia que comenzó una invasión la semana pasada. Por ello, confirmó el cierre de su espacio aéreo a aviones rusos o ligados al país como lo hicieran la UE y Canadá, así como la liberación de millones de barriles de petróleo de sus reservas, entre otras acciones.
En el mensaje, en el que dedicó casi 20 minutos para hablar de la crisis en Ucrania y tachó de tirano a Putin, apostó por aislar mucho más a ese gobierno al recordar que éste cometió su mayor error de cálculo al invadir y confiar que enfrentaría a un mundo dividido, y ahora éste es el más aislado de todos.
Y agregó, por el contrario, en realidad el líder del Kremlin chocó contra una alianza en favor de Zelenski y un muro ucraniano que alza la bandera de la resistencia y al que le garantizó que enviarán más apoyo militar, pero no tropas.
En tanto, la región sigue bajo amenaza rusa, pues los soldados invasores amagan con seguir avanzando, pues se reveló que hasta 300 tanques rusos esperan en la frontera con Bielorrusia para reforzar los ataques y mantiene en este territorio a su convoy de más de 60 kilómetros en la zona. Al respecto, medios estadounidenses detallaron que esta movilización se frenó, lo que atribuyen a una presunta escasez de suministros como gasolina y comida, pero que algunos sectores anticipan que podría ser una estrategia o distractor, pues Rusia no ha interrumpido los ataques en estos seis días.
Asimismo, se pronosticó que Rusia acumula unas cuatro mil bajas, entre capturas y decesos, hecho que el país no ha confirmado, pues no se ha atrevido a dar cifras al minimizar la resistencia civil que ayer se lanzó en su contra en Jerson, zona que creían controlada.