Horas después de ofrecer que disminuiría la actividad militar en Kiev y Chernigov, Rusia intensificó los ataques contra la segunda región, lo que confirma la nula confianza de Ucrania y aliados en torno al cumplimiento de esta reducción significativa.
El alcalde de esta ciudad, Vladislav Atroshenko, denunció que los soldados invasores continuaron lanzando ataques y hay unas 100 mil personas atrapadas, evidenciando que no hay intentos de salirse de la región, pues se identificó que tienen a sus filas a unos 150 kilómetros de distancia.
Y recordó que la capital ucraniana es un objetivo claro de los enemigos, pues desde que comenzó la guerra buscaron apoderarse de ésta, por ello siguen asediando Chernigov, una de las ciudades más golpeadas sólo detrás de Mariupol y en donde se calcula que unos 400 civiles han muerto, pues es una ruta clave para entrar a Kiev.
Por separado, el gobernador, Viacheslav Chaus, sostuvo que pese a las declaraciones del Ministerio de Defensa ruso el escenario no ha cambiado, pues los proyectiles continuaron cayendo durante toda la noche.
Por lo anterior, autoridades admitieron que aún es muy pronto para creer en el planteamiento ruso de un repliegue, aunque el Kremlin confirmó que sus grupos ya se están retirando de estas zonas.
En tanto, las Fuerzas Armadas ucranianas reportaron que las tropas invasoras se están reagrupando en las inmediaciones de Kiev y Chernigov; asimismo, se detectó una aproximación de soldados rusos a la zona de exclusión de Chernobyl.
Al respecto, el Ejército ruso sostuvo que sólo ha atacado arsenales y depósitos de combustible en las últimas horas.
lemm.