Luego de la denuncia de acumulación de cadáveres de civiles en calles de Bucha, en Ucrania, y algunas fosas cerca de la capital Kiev tras la salida de tropas rusas, la fiscalía confirmó que ya suman 410 cadáveres hallados entre el 1 y el 3 de abril.
La fiscal, Irina Venediktova, confirmó la localización de estas víctimas, presuntamente ejecutadas por soldados invasores; pero no descartó que la cifra siga al alza, ante los "brutales crímenes", que el presidente, Volodimir Zelenski, calificó de genocidio y por los que varios gobiernos y organizaciones advierten de una escalada por crímenes de guerra.
Asimismo, la funcionaria comentó a medios locales que siguen los rastreos e investigaciones para castigar a los responsables de esta tragedia en tribunales nacionales e internacionales.
De acuerdo con medios locales y agencias, en las calles se han encontrado decenas de cuerpos tirados, otros sobre sus bicicletas o al interior de vehículos destrozados o calcinados por el alcance de proyectiles, hechos que se han replicado en otras ciudades en las que también han encontrado fosas con varias víctimas.
Rusia ve actos escenificados
Ante la difusión de fotografías de decenas de civiles muertos en regiones cercanas a la capital ucraniana, hallados principalmente en calles de Bucha, el Gobierno de Rusia descalificó las acusaciones de supuestos fusilamientos o crímenes de guerra.
Luego de su supuesta retirada, misma que aprovecharon para reagruparse o hasta colocar minas, el Ministerio de Defensa ruso aseveró que se trata de actos escenificados que corresponden a otra provocación a más de un mes de la guerra.
Incluso, recordó que sus soldados se retiraron de la región desde el pasado 30 de marzo y hasta ironizó que las imágenes aparecieran cuatro días después.
"¿Dónde estaban esas imágenes hace cuatro días?", cuestionó a las autoridades ucranianas que han reportado el reingreso a estas zonas fuertemente devastadas por los bombardeos rusos.
avc