Exigen indagar crimen de guerra tras hallazgo de 410 cadáveres en Bucha

La evidencia de decenas de fotografías de civiles muertos en Bucha y poblados cercanos a Kiev empuja una condena mundial contra Vladimir Putin por múltiples ejecuciones en su supuesta retirada de Ucrania avivando la indignación por la devastación y genocidio, mientras ataca otras ciudades.

En sólo tres días luego de la retirada, el gobierno invadido contabilizó 410 cadáveres de civiles, hecho que el presidente Volodimir Zelenski tildó de genocidio al recordar las imágenes de víctimas tendidas en la calle, a un costado de las bicicletas en las que rodaban y al interior o cerca de vehículos calcinados o alcanzados por misiles en su intento por salir del país.

Aunque sostuvo que el único culpable de “la peor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial” es Rusia, admitió que Occidente pudo hacer más, lanzando un nuevo reclamo a la tardanza con la que actúan sus aliados.

En un mensaje en el que invitó a la excanciller alemán Angela Merkel y al expresidente francés Nicolas Sarkozy a ser testigos de la tragedia en Bucha, reiteró que está en manos de gobiernos afines evitar este exterminio, en referencia al rechazo a que Ucrania se uniera a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 2008, seis años antes de la adhesión rusa de Crimea. Y llamó a aliados a tomar acción contra el Kremlin, pues esta devastación debe ser un impulso para “que los crímenes de guerra del ejército ruso sean la última manifestación de tal maldad en la tierra”.

Y es que los vítores por la recuperación de rutas hacia Kiev, tras la salida del enemigo, fueron rápidamente apagados por el hallazgo de decenas de civiles asesinados, entre ellos al menos un niño, o apilados en una fosa.

Muchas de las víctimas presentan signos de tortura y ejecución, pues además de los disparos tenían las manos atadas a la espalda como se observa en varias fotografías de agencia. Incluso, unas portaban pañuelos blancos amarrados a la ropa en las extremidades para mostrar al invasor que no estaban armados.

Además, ante el número de cuerpos hallados en varios puntos de la región, la fiscalía ucraniana confirmó que al menos una tercera parte de éstos ya fue examinado por forenses para obtener pruebas de que sí hubo ejecuciones en el país. Su objetivo, indicó la fiscal, Irina Venediktova, es castigar a los culpables de las masacres, pues enviarán todas las pruebas a Cortes internacionales.

Asimismo, reveló que buscan a posibles testigos para obtener lo más rápido sus declaraciones, así como imágenes y hasta videos de los asesinatos que tienen traumatizado al país tras 39 días en guerra. En tanto, ya analizan el ADN para identificar a las víctimas.

De manera inmediata, las imágenes que comenzaron a circular desde el fin de semana provocaron la indignación mundial, mientras Rusia mantiene bombardeos sobre Mariupol, Járkov y Odesa, afectando la evacuación de refugiados en la primera ciudad, pero sostiene que es Ucrania el que las frena.

Al respecto, el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, calificó de “masacre deliberada” estos crímenes y dijo que el ejército rival resultó peor que grupos terroristas, como el Estado Islámico. Por separado el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo que decenas de ucranianos fueron fusilados y algunos más apilados inhumanamente.

A esta condena se sumaron la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Human Rights Watch (HRW), la OTAN, Alemania, Francia, Estados Unidos, Italia, España e Israel, entre otros, que respaldaron una investigación urgente y sostienen que el Kremlin debe pagar por esta brutalidad que no se veía en décadas, misma que Antony Blinken, secretario de Estado de EU, y Emmanuel Macron, líder francés, ven como “un puñetazo al estómago” e “insoportable”, respectivamente.

Pese a la amplia evidencia de las atrocidades, el Ministerio de Defensa ruso rechazó las acusaciones de ejecuciones y aseguró que sólo se trata de otra “provocación”, pues, afirmó, se escenificaron estos supuestos crímenes, pues sus tropas se retiraron desde el pasado 30 de marzo y fue hasta cuatro días después que Ucrania reportó estos hechos.

Por ello, ya solicitó una reunión con la ONU para aclarar las acusaciones en su contra, mientras el gobierno de Zelenski hizo lo propio y advirtió que cualquier postura rusa estará escrita por sangre.

Prometen más sanciones. Ante las atrocidades en Kiev, líderes mundiales llamaron a reforzar las restricciones contra Rusia y Putin, como las prohibiciones para exportar gas.

A unos días de la entrada en vigor de la obligatoriedad a pagar en rublos, la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, dijo que esta nueva agresión debe llevar a cerrar el paso a estos energéticos para demostrar que no dejarán sin respuesta estas ejecuciones.

Sin detallar si apoyaría esta medida, el ministro británico, Boris Johnson, reiteró que las decisiones de su gestión están encaminadas al cerco económico y colaborará para “matar de hambre a la maquinaria de guerra” rusa.

Asimismo, se pronunciaron por elevar el apoyo a la nación devastada. Tal es el caso del Consejo Europeo que admitió que hay condiciones para enviar más ayuda a Ucrania, aunque no especificó si sería en armamento.