A cinco años de su primer round en Francia, Emmanuel Macron y Marine Le Pen repiten la cita electoral en una segunda vuelta para definir el futuro del país, como lo anticipaban los sondeos. Esta vez con una diferencia casi dos veces mayor en comparación con la que el mandatario derrotó a su rival en 2017.
Con casi la tercera parte del voto (27.41%), Macron se encamina a la reelección; sin embargo, reconoció que aún no ha ganado nada, pues en esta primera ronda electoral “nada está resuelto”, especialmente cuando la disputa es contra la ultraderecha.
Por ello, llamó a la unidad nacional para cerrarle el paso a la extrema derecha, pues el debate de aquí al próximo 24 de abril definirá el futuro no sólo del país sino de Europa, es decir, si el pueblo respalda su segundo mandato consecutivo, el primero en dos décadas para la nación, o si traspasa el poder al ultranacionalismo que se abre paso.
En su primer mensaje tras el balance inicial, Macron recalcó a los ciudadanos que son quienes tienen el poder de evitar el separatismo que impulsa su rival, quien antes de que comenzara la guerra en Ucrania reconocía abiertamente su admiración por el mandatario ruso, Vladimir Putin, y ha fomentado la exclusión y prohibición de islamistas y musulmanes, pero que en campaña matizó su postura, lo que le valió cerrar la brecha de hasta 10 puntos que mantuvo el líder.
Incluso, se dijo preparado para “inventar algo nuevo” en campaña y gobierno para unir convicciones y atraer a los inciertos con la mira puesta en vencer juntos la amenaza ultraderechista al hacer ajustes en temas prioritarios como la economía, en plena recuperación tras la pandemia de Covid-19 y por la inflación, así como la migración y la estrategia de seguridad.
Sin ánimos desbordados, el de República en Marcha reconoció “algunos votarán para bloquear la extrema derecha. Sé que no será un apoyo al proyecto que represento y lo respeto”. Pero refrendó que luchará por todos los que quieren trabajar por Francia a fin de arrebatar cualquier oportunidad a la aspirante de Agrupación Nacional de tendencias antimigratorias, quien afirmó que si vence a Macron recuperará el orden del país.
El mensaje del jefe de Estado fue replicado por al menos cinco de los aspirantes vencidos para exhortar a quienes votaron por ellos a respaldar al centrista, pues coincidieron que es la única manera de vencer a la extrema derecha.
Incluso, el tercer lugar, Jean-Luc Mélenchon, llamó a no dar ni un solo voto a Le Pen al asegurar que hacerlo es un riesgo para el país. Y advirtió a los franceses “no dejen que (el enfado) los haga cometer errores que serían difíciles de reparar”, lo que resalta pues al ser el más cercano a los punteros, éstos irán en busca de sus votantes.
En tanto, la conservadora Valérie Pécresse admitió que una derrota de Macron en dos semanas arrastraría al país a “consecuencias desastrosas”, mientras que Anne Hidalgo sostuvo que el mayor riesgo es avivar el odio en Francia; mientras que el líder galo destacó que otros aspirantes pidieron el voto en su favor, como parte de un acto democrático.
Por separado, Eric Zemmour, quien quedó en cuarto lugar con apenas 6.9 por ciento del voto, pidió a simpatizantes de derecha a hacer lo propio en favor de Le Pen, quien resaltó tras la votación que hará justicia social luego de ser “honrada”, nuevamente, con una segunda ronda en busca del Palacio del Elíseo y pidió a quienes no votaron por Macron a sumarse a su movimiento para salvar a la nación de la decadencia.
Aunque el balotaje abrió con una victoria de casi cinco puntos porcentuales para el centrista, hasta el cierre de la edición, con 95 por ciento del recuento, según el Ministerio del Interior, la diferencia se apretó y se ubicó en 3.3 por ciento, pues Le Pen sumó 24.03 por ciento de la preferencia, pero Macron sigue firme en la cima, en parte por el empuje a su campaña como uno de los mediadores en el conflicto entre Ucrania y Rusia, que ha acaparado la atención mundial, aunque algunos votantes criticaron que dedique más tiempo a este tema que a los problemas a nivel nacional.
Con este panorama, algunos medios anticipan que como en 2017 Macron se alce con la victoria sobre Le Pen, al recordar que en esa segunda ronda superó el 60 por ciento del respaldo nacional; mientras que otros señalan que todo se definirá hasta el último momento, pues los nuevos pronósticos prevén una reñida segunda vuelta dentro del margen de error con 51 por ciento del voto para Macron sobre el 49 de la ultraderechista, pero que no garantiza la reelección de quien se define como un político ni de derecha ni de izquierda. Incluso, Reuters señala que Le Pen podría dar la sorpresa, lo que sacudiría al país, algo similar a lo provocado por el Brexit en Gran Bretaña y a la llegada del magnate Donald Trump a la Casa Blanca en Estados Unidos.