El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió la fabricación de las llamadas “armas fantasma”, para frenar la ola de violencia que tan sólo en lo que va del mes suma 18 agresiones en 14 entidades.
Con un saldo acumulado de 21 muertos y 94 heridos en sólo 11 días, de acuerdo con datos de Gun Violence, el mandatario demócrata confirmó el endurecimiento de regulaciones en la materia al recordar que sin un número de serie éstas son imposibles de rastrear, lo que las ha convertido en las predilectas de criminales violentos, pues no pueden ser relacionados con otros delitos y por la facilidad de armarlas en cualquier lado, incluso en casa.
Ante víctimas de este tipo de ataques, el presidente aseveró “vamos a hacer todo lo posible para privarlos (a los criminales) de esa opción”, al garantizar que con un apretón en la comercialización de este tipo de armamento se salvarán más vidas en el país y se marcará la diferencia para reducir la violencia armada.
Esto luego de que se reportara que éstas cada vez son más usadas y localizadas en escenas del crimen, pues tan sólo durante 2021 se recuperaron hasta 20 mil en zonas donde se reportaron balaceras, según datos de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), lo que resumió como una alarma para las autoridades policiales. Además, este total representa 10 veces más que las halladas en tiroteos seis años atrás.
Ello hace que los delincuentes puedan adquirir otra pistola tan rápido como se deshacen de una usada en una agresión, lo que representa una amenaza latente para la población en varias regiones del país y eleva la presión contra el Congreso que tiene atoradas un lista de iniciativas en la materia.
Insistió que, con las regulaciones respaldadas por el Departamento de Justicia, se busca poner un alto a estos delitos, se requiere un mayor control en torno a las armas y a partir de ahora será ilegal que los fabricantes o comerciantes las elaboren o vendan si no cuentan con un número rastreable, hecho que desde el año pasado su administración negoció.
Asimismo, contempla que no se pueda comercializar un arma sin una verificación de antecedentes penales, ya sea en línea o en modo presencial. Dicha restricción recuerda que en muchas ocasiones por la falta de revisiones exhaustivas éstas terminan en poder de quienes incluso ya han estado en prisión.
Cabe destacar que tan sólo en el último año aumentó 13.4 por ciento el número de tiroteos masivos en el país al pasar de 611 a 693 balaceras, pero desde que se comenzó a contabilizar esta incidencia el alza es de hasta 157 por ciento, pues registro de Gun Violence revelan que en 2014 hubo sólo 269 actos de este tipo.
En el evento realizado en la Casa Blanca, el mandatario también nominó a Steve Dettelbach, exfiscal federal en la era de Barack Obama, para encabezar la ATF que lleva acéfala casi una década, pues el último ajuste fue un interinato en 2013. Dicha medida se da luego de que su primer nominado, el defensor del control de armas David Chipman, no consiguió el respaldo del ala republicana y estiman que el cambio de perfil consiga el respaldo al ser un funcionario menos controversial.
El día en que el mandatario Joe Biden confirmó los cambios en la materia coincidió con que no hubo tiroteos, pero se confirmó que un día antes se registraron cinco en igual número de estados: California, Luisiana, Illinois, Indiana y Iowa, en éste último el saldo fue de 12 víctimas de las que dos no sobrevivieron.
- El dato: En varias ocasiones el demócrata ha impulsado al Congreso a hacer más para evitar nuevos ataques armados, para responder a las demandas de padres de víctimas de ataques escolares.