El parlamento británico ordenó una investigación al Primer Ministro Boris Johnson debido a que pudo haber mentido al asegurar que no tenía constancia de que las fiestas que realizó en plena pandemia por COVID-19 hubiesen violado las restricciones sanitarias. De comprobarse, esto podría costarle el cargo.
En Reino Unido, dichas fiestas han provocado un escándalo conocido como “partygate”, que refiere a las diversas reuniones realizadas en Downing Street, entre ellas el cumpleaños de Boris Johnson, que se celebraron en pleno confinamiento por la pandemia de COVID-19 en ese país, cuando se levantaron severas restricciones y ciudadanos británicos no podían realizar reuniones sociales de ningún tipo.
La investigación, aprobada en la Cámara de los Comunes por los legisladores sólo con la palabra, sin una votación formal, significa que el Comité de Privilegios del Parlamento indagará si el Primer Ministro engañó al Parlamento, y comenzará hasta que las investigaciones de la policía y de servicio civil sobre el “partygate” hayan finalizado.
La encargada de la investigación civil, Sue Gray, indaga 16 eventos, incluyendo fiestas de oficinas del gobierno en la residencia oficial de Johnson en el número 10 de la calle Downing. Mientras tanto, la policía investiga una docena de eventos y hasta ahora ha emitido al menos 50 multas para el Primer Ministro, su esposa Carrie Johnson, y al canciller de Hacienda Rishi Sunak, entre otros.
Johnson, quien no estuvo presente durante la votación pues se encuentra de visita en la India, ha declarado que sería imprudente que el país cambie de líder en medio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que ha provocado, entre otras cosas, el aumento de los precios de la energía y los alimentos.
Respecto al escándalo, Boris Johnson ha pedido disculpas argumentando que no violó las restricciones, aunque sus justificaciones han generado indignación por parte de sus detractores, quienes han pedido su renuncia.
“La verdad es simple y es esta: él mintió para no verse atrapado y una vez que se vio atrapado, volvió a mentir”, dijo el legislador del Partido Nacional Escocés Ian Blackford, en la Cámara de los Comunes.
Cada vez más conservadores se niegan a defender a un líder que violó las mismas normas que impuso al país. Algunos ya han pedido su renuncia y el número crece. Otros están esperando a ver si el enojo público se transforma en pérdidas para el partido en las elecciones locales del 5 de mayo.
Con información de AP.
CEHR
