Gana Macron en Francia, pero avanza la ultraderecha

Emmanuel Macron extenderá su mandato otros cinco años en Francia luego de vencer por 17 puntos porcentuales y por segunda vez consecutiva a su rival de ultraderecha, Marine Le Pen; sin embargo, pese a convertirse en el primer mandatario reelecto en dos décadas, después de Jacques Chirac, admitió un revés por un alto nivel de descontento, mismo impulsó a la rival antimigrante.

Con el triunfo en el bolsillo, tras alcanzar el puntaje máximo que le daban los sondeos de 58 por ciento, el mandatario aseguró que los próximos cinco años no pueden ser como esta gestión.

En su primer discurso con la Torre Eiffel de fondo y junto a su esposa, Brigitte Macron, se comprometió a trabajar para ser el presidente de todos los sectores y evitar otro acercamiento de la derecha al poder, tendencia que aún supone un riesgo, pues en menos de dos meses se disputará otra elección, ahora por la mayoría en la Asamblea Legislativa.

Tras la segunda vuelta, Macron —el más joven en llegar al Palacio del Elíseo— reconoció que uno de los principales desafíos a partir del próximo 13 de mayo, cuando asumirá su segundo mandato, será romper con la división y curar las heridas del país, ya que esta inconformidad pudo convertirse en un revés, lo que asumió como su responsabilidad al sostener que “el voto de hoy (ayer) nos obliga a responder con eficacia”.

Ante miles de simpatizantes que coreaban su nombre desde las primeras proyecciones, el líder galo precisó que la elección revela que hubo gran desacuerdo, en torno a aquellos que no acudieron a las urnas o que optaron por la rabia al decantarse por la ultranacionalista en busca de un cambio.

Y apuntó que quien actuó movido por la ira también debe asumir lo que pudo provocar, en referencia a una posible ruptura nacional o regional. Incluso hizo alusión a la guerra en Ucrania, episodio que ve como el recordatorio de que Europa atraviesa “tiempos trágicos”.

Sostuvo que velará por una nación más justa e igualitaria, en torno a los reclamos, y ratificó que se convertirá en el presidente de todos, tanto de quienes votaron por él como por su rival, pero sentenció que para ello se requiere estrechar la colaboración entre gobierno y sociedad. Por ello, dirigió su mensaje a quienes votaron por él pensando que alejarían la amenaza ultraderechista y dijo que no sólo respaldaron a un candidato sino un proyecto republicano, humanista, social y ecológico.

Por separado, su contrincante admitió la derrota con una sonrisa, pues aseveró que la jornada fue una “victoria rotunda”, pues fue su mejor resultado electoral en tres intentos por convertirse en mandataria y para su partido, que por primera vez superó 40 por ciento de los sufragios en cuatro décadas, pese a las alertas de que lo que el extremismo causaría.

Y es que en los últimos años la populista acortó a la mitad la distancia con la que Macron la derrotó en la segunda vuelta de 2017; en aquella ocasión el centrista alcanzó 66.1 por ciento de la preferencia contra su 33.9, con un abismo de 32 puntos porcentuales, mientras que en esta ocasión la diferencia fue de 17.10, al cierre del recuento oficial, según el Ministerio del Interior.

Con su declaración de derrota, Le Pen abrió paso a otra batalla electoral, pues en junio próximo, disputará una contienda legislativa por la mayoría, lo que le permitiría colocarse o definir al primer ministro, que debe ser nombrado por Macron, pero respaldado por la Asamblea.

Respira aliviada Europa. Líderes y mandatarios de Europa aplaudieron el triunfo de Emmanuel Macron tras superar el riesgo de un posible ascenso de la ultraderecha, con Le Pen, lo que ven como un signo de estabilidad regional, pues la potencia es un de los pilares de esta región.

A través de redes sociales, políticos señalaron que este resultado garantiza la estrecha cooperación con Francia, especialmente cuando el continente encara una amenaza con la guerra de Rusia contra Ucrania que cumplió dos meses, pues la rival Le Pen se decantó durante la campaña por tomar distancia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al cuestionar la postura tomada en torno al conflicto.

En sus felicitaciones reconocieron que se reforzará el lazo con la nación, mismo que estaría en duda si habría ganado la ultraderechista. En esa tónica se pronunciaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán, Olaf Scholz, quienes coincidieron en que seguirá la colaboración, como hasta ahora, posición a la que se sumaron otros gobiernos como Estados Unidos.

Incluso, destacó el mensaje de su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, quien dijo que este resultado electoral es una oportunidad para avanzar “juntos hacia nuevas victorias comunes. ¡Hacia una Europa fuerte y unida!”, al recordar que ha sido mediador en esta guerra.