Luego de dos días con más de mil arrestos, El Salvador superó la cifra de pandilleros detenidos en un mes en comparación con el total recluidos antes de que comenzara el Estado de excepción, mismo que la Asamblea Nacional avaló extender.
Un día antes de que se cumplan los 30 días de la emergencia, por la ola de violencia atribuida a grupos como la Mara Salvatrucha (MS-13), el presidente Nayib Bukele confirmó que en este periodo ya suman 18 mil 315 aprehendidos, entre ellos cabecillas y fundadores de agrupaciones criminales.
Con ello, la nación supera ampliamente los 16 mil homeboys tras las rejas que el mismo mandatario notificó al comenzar la guerra contra este sector, luego de advertir que si insistían en cometer crímenes se desquitaría con los reos, a quienes ya les quitó una de sus tres comidas diarias y les restringió los artículos al interior de las celdas.
Esta incidencia ratifica el apretón contra cualquiera que se asuma como pandillero o sea su cómplice, pues el número reciente es 114 por ciento mayor al número de presos, mientras que la incidencia delictiva va a la baja con 19 homicidios en lo que va de abril luego de registrar más de 80 durante el último fin de semana de marzo pasado.
En tanto, la Policía reiteró que no detendrá la estrategia para sacar de las calles a los “terroristas” que atacan por igual a la sociedad, a quienes advierten “encontraremos donde sea y pagarán por sus crímenes”.
Con ello, se eleva drásticamente el hacinamiento de los acusados por delitos como extorsión y agrupación ilícita por relacionarse con pandillas, por los que podrían enfrentar penas máximas de entre 30 y 45 años en prisión, según las nuevas normas impuestas por el Congreso centroamericano.
Además, se marca un precedente, pues esta misma semana arranca otro periodo de 30 días en Estado de excepción al entrar en vigor el nuevo decreto respaldado por el Poder Legislativo.
Al respecto, Bukele insistió “seguimos (la) #GuerraContraPandillas”, en medio de los reclamos de organismos de derechos humanos por presuntas violaciones a los derechos humanos y al proceso.
Recientemente, Amnistía Internacional (AI) cuestionó que, pese a la evidencia, El Salvador persista en pisotear los derechos de la población, hecho ante el que Bukele sólo respondió que pareciera que esas organizaciones, a las que culpa del deterioro en materia de seguridad, están más preocupadas en defender a los delincuentes, que a quienes día a día son víctimas de las pandillas.
- El dato: En redes sociales, las autoridades mostraron parte del botín decomisado a estos delincuentes, desde billetes hasta monedas de un centavo que arrebataron incluso a los más pobres.