"Queremos que se nos reconozca como seres humanas"

Mujeres en Afganistán rechazan orden de cubrirse con burka: "No somos esclavas"

Mujeres en Afganistán protestaron contra la orden de los talibanes sobre el uso obligatorio del burka; las consecuencias de la desobediencia serán para el familiar masculino más cercano

Mujeres afganas utilizan burka en Kabul.
Mujeres afganas utilizan burka en Kabul. Foto: Reuters/Especial

Mujeres en Kabul, Afganistán, retrasan el mandato de cubrirse completamente la cara en público, al desafiar y protestar contra los gobernantes islamistas talibanes, mientras otras prefieren quedarse en casa y continuar con el uso de cubrebocas ante la pandemia por COVID-19.

Cabe recordar que los talibanes, quienes recuperaron el poder cuando el gobierno colapsó, ordenaron el pasado sábado 7 de mayo a las mujeres afganas que se cubrieran la cara en público.

La situación implicó un regreso a la antigua regla de línea dura y una escalada de restricciones contra las mujeres, además de provocar molestia en el extranjero.

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Bajo este contexto, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunirá este jueves para concentrarse en la orden, mientras que Estados Unidos afirmó que aumentará la presión sobre la administración talibán.

Por su parte, el gobierno de Afganistán informó que las penas por desobediencia están dirigidas al pariente varón más cercano de las mujeres, las cuales pueden ir desde una amonestación hasta la prisión.

Protestas ante el mandato

Al menos dos protestas ocurrieron esta semana, ya que las manifestantes criticaron los crecientes intentos de restringirlas de la vida pública.

Queremos ser conocidas como criaturas vivientes, queremos ser conocidas como seres humanos. No somos esclavas encarceladas en la esquina de la casa
Manifestante en Kabul, Afganistán

De acuerdo con Reuters, un vendedor de burkas envolventes en la capital expuso que, en los días posteriores al anuncio, los precios de los burkas subieron un 30 por ciento, pero volvieron a rondar los 1.300 afganos (15 dólares), como consecuencia de que no hay una demanda elevada.

“La mayoría de las mujeres desean comprar un hiyab (una bufanda), no un burka. Un burka está bien según los talibanes, pero es la última opción de las mujeres”, expresó.

Vendedor afgano muestra un burka en su tienda en un mercado de Kabul, Afganistán.
Vendedor afgano muestra un burka en su tienda en un mercado de Kabul, Afganistán.

Asimismo, la agencia dialogó con dos médicas y una entrenadora, considerados como los pocos trabajos formales que aún están disponibles para las mujeres. El grupo compartió que cubrirse los rostros y lucir ropa desabrochada interferiría con su trabajo.

“Somos médicas, hacemos operaciones y ahora tenemos que lavarnos los brazos hasta los codos”, mencionó la mujer, quien no quiso ser reconocida por razones de seguridad.

Fuera de la capital también existieron algunos indicadores de que el anuncio del sábado estaba impulsando una supervisión más estricta de la bata de las mujeres, pues los oficiales talibanes han estipulado que las pacientes sin acompañante masculino y que no estén completamente cubiertas, no pueden recibir consultas.

Con información de Reuters

MAEP

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