Expertos de la clínica Hanger, especializada en prótesis y aparatos ortopédicos, dieron una segunda oportunidad a Msituni, una cría de jirafa con un problema congénito en una de sus patas delanteras que le impedía comer y moverse libremente.
Msituni nació el 1 de febrero en el San Diego Zoo Safari Park de Escondido, al norte de San Diego, en Estados Unidos, con una extremidad delantera que se flexionaba al revés. Al percatarse de esto, personal del zoológico temía que pudiera morir si no se corregía el problema de inmediato.
“Fue muy surrealista cuando me enteré”, dijo Ara Mirzaian, una de las trabajadoras de la clínica Hanger, a Associated Press. “Por supuesto, todo lo que hice fue entrar en internet y estudiar a las jirafas durante las 24 horas del día hasta llegar aquí”, agregó, pues no tenían experiencia en la aplicación dispositivos ortopédicos a una cría de jirafa.
La situación era complicada, ya que se trataba de una recién nacida que pesó más de 55 kilos y medía casi un metro ochenta. Por ello, la anomalía estaba haciendo mella en sus articulaciones y huesos.
Msituni sufría una hiperextensión de los carpos, los huesos de la articulación de la muñeca en las extremidades delanteras de las jirafas, más parecidas a los brazos de los seres humanos. Al compensar el exceso, la segunda extremidad delantera también comenzó a hiperextenderse.
Para que los aparatos ortopédicos hechos a medida de Msituni funcionaran debían tener cierto rango de movimiento y ser duraderos, así que los especialistas trabajaron con una empresa que fabrica aparatos ortopédicos para caballos.
Utilizaron moldes de las patas de la jirafa y tardaron ocho días en fabricar las órtesis de grafito, adornadas con el distintivo patrón de manchas del animal para que coincidieran con su pelaje.
Tras 10 días con la órtesis a medida se corrigió el problema, y al final Msituni sólo necesitó un aparato, pues la otra pata se corrigió sola con una prótesis de grado médico.
Este no es el primer trabajo con animales de la clínica Hanger, pues en 2006 creó una prótesis para un delfín que había perdido la cola, luego de enredarse en las cuerdas de una trampa para cangrejos. Su historia inspiró la película "Winter, el delfín", estrenada en 2011.
Con información de AP.
