El exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, de 85 años de edad, tenía “grupos de esclavas sexuales” en las fiestas que organizaba en sus residencias, concluyó la Fiscalía de Milán en el juicio que continúa contra el político por la acusación de sobornos a testigos en el llamado caso “Ruby Ter”.
La Fiscalía italiana también aseveró que en los eventos de Berlusconi había una “grave violencia” contra las mujeres que acudían. Bajo este contexto, expuso que tiene pendientes varias causas judiciales.
En el escrito de acusación de la fiscal adjunta Tiziana Siciliano, mencionó que “el primer ministro en el cargo solía animar sistemáticamente sus veladas recibiendo en su casa a grupos de odaliscas, esclavas sexuales a sueldo”, según la agencia de noticias AdnKronos.
Asimismo, incriminó que las jóvenes que lo entretenían pasaban la noche con él, actos que se “han cristalizado como un hecho histórico: la actividad de un consolidado sistema de prostitución”, al considerar que se cometieron actos “moralmente cuestionables” por parte del hombre.
El antiguo primer ministro era un hombre que podía tener el mundo a sus pies, que iba con amistades como la de Putin, quien ahora está poniendo al mundo de rodillas, pero ahora es un anciano, un enfermoFiscal adjunta Tiziana Siciliano, de acuerdo con AdnKronos
Ante ello, Tiziana Siciliano lamentó que hayan paso casi ocho años sin que haya sanciones por dichas fiestas, cuando en el actual proceso hay casi una treintena de acusados.
¿De qué se trata el proceso “Ruby Ter”?
El caso "Ruby Ter" intenta esclarecer si el magnate sobornó a los testigos para otros procesos con el fin de que mintieran sobre lo que ocurría en sus reuniones.
El encargado del tema es el Tribunal de Milán (norte); sin embargo, debido a sus “amplias competencias” se desglosó en diferentes ramas a Turín, Pescara, Treviso, Monza y Siena.
Dicho nombre hace alusión al apodo con el que era conocida la joven marroquí Karima el Mahroug, cuando en 2015, Berlusconi fue absuelto por el Tribunal Supremo italiano por mantener relaciones con esta mujer cuando era menor de edad.
A Berlusconi se le indagó por comprar por diez millones de euros el silencio de 13 jóvenes involucradas en prostitución de menores, así como de testigos, además de pedir que a otros implicados que cambiaran sus versiones de lo que ocurría en sus festejos.
MAEP