Como apuntaban las encuestas, el izquierdista de Pacto Histórico, Gustavo Petro, se alzó con el triunfo en las elecciones presidenciales de Colombia, pero el porcentaje no fue suficiente para evitar la segunda vuelta. Ésta la disputará sorpresivamente con el populista Rodolfo Hernández, entre el descontento y la polarización en el país, especialmente por reclamos sociales y económicos, como la inseguridad y la inflación, respectivamente.
Casi una hora después del cierre de las mesas de votación, el preconteo de la Registraduría Nacional sudamericana arrojó como ganador al economista y exalcalde de Bogotá con 99 por ciento de las actas contabilizadas.
El izquierdista rebasó ligeramente el 40 por ciento de la preferencia electoral al sumar 8.5 millones de votos con miras a reemplazar a Iván Duque, quien hace cuatro años le arrebató la contienda en su primer intento por convertirse en presidente. Con ello podría inclinar la balanza en el país a la izquierda al convertirse en el primer jefe de Estado emanado de esta tendencia en esa nación.
Con este resultado preliminar —pues el oficial se dará a conocer hasta pasado mañana—, se citó cara a cara para la definición de la segunda ronda el próximo 19 de junio, en tres semanas, con el exal-calde de Bucaramanga y representante de la Liga de Gobernantes Anticorrupción (LIGA), quien superó los pronósticos de los comicios, al arrebatar el pase a la segunda ronda a Federico Fico Gutiérrez, quien se mantuvo en segundo lugar durante toda la campaña, según sondeos y encuestas locales. Además, era uno de los favoritos del uribismo, que lleva dos décadas en el poder.
Destaca que los dos punteros basaron gran parte de sus campañas en las redes sociales, pues explotaron plataformas como Instagram y hasta TikTok para atraer el voto de los más jóvenes. Éstas fueron usadas por el senador y exintegrante del grupo guerrillero M-19 de 62 años para acercarse a la comunidad LGBT, ejemplo de ello es que su posible vicepresidenta será Francia Márquez, reconocida activista de raza negra, y promover programas verdes.
Y ahora se preparan para atraer los votos de otros aspirantes por lo que ya se prevén algunas negociaciones.
En este rubro, el ingeniero de 77 años ya sumó el apoyo del tercer lugar, pues tras reconocer su derrota Fico y aliados llamaron a los simpatizantes de éste a votar por Hernández, pues consideran una amenaza a Petro, quien, previo al cierre de campañas, denunció intentos de Estado por impedir las elecciones, hecho que no ocurrió, aunque se reportaron más de 500 denuncias por irregularidades, como coacción del voto, intervención política, vigilancia ilegal y corrupción.
Luego de los resultados que lo dejaron fuera de la siguiente ronda, Fico confirmó que su aspirante a vicepresidente, Rodrigo Lara, y él “votaremos por Rodolfo y por Marlén (Torres)” en un par de semanas. Reiteró, como lo hizo en campaña, que sería muy peligroso que Gustavo Petro consiga el triunfo presidencial.
Sin embargo, dijo que se mantendrá al margen de los comicios, pues su intención no es poner en riesgo el futuro de Colombia y las familias. Y seguidores del de la coalición Equipo por Colombia aplaudieron que entre sus prioridades hay interés en la seguridad ciudadana, la juventud y la justicia entre otros.
En tanto, Hernández resaltó que ayer “perdió el país de la politiquería y la corrupción” y adelantó que la otra ronda será una dura batalla, pues sabe que sus declaraciones generan amplia resistencia entre quienes no desean que se acabe el sistema corrupto.
Pese a superar por más de 10 puntos, Petro no se confía y llamó a dar la lucha, con el respaldo de que superó con sus propuestas, principalmente de planes sociales y el empuje de las mujeres, por casi medio millón de sufragios el balance alcanzado durante la segunda vuelta de 2018.
En esas fechas, Petro apenas contabilizó cinco millones de sufragios, menos de la mitad de los 10.3 que llevaron al centroderechista al poder y quien está por dejar el gobierno en medio de uno de los niveles más altos de desaprobación, pues casi tres cuartas partes del país rechazan su administración.
Este voto por la izquierda refleja el interés de generar un cambio profundo en la nación al volcar el respaldo hacia el economista, quien tiene entre sus bases a sectores pobres gracias a las propuestas para reforzar derechos fundamentales como alimentación, salud, pensiones y vivienda. Tal giro ampliaría el poderío de las izquierdas en la región.
A la fecha en América Latina hay nueve gobiernos de izquierda (México, Nicaragua, Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina, Honduras, Perú y Chile) y en caso de ganar serían 10 contra ocho de derecha, pues un gobierno centroderechista se convertiría en tendencia opositora.
