Una semana después de la primera condena por un crimen de guerra contra un soldado ruso, Ucrania sentenció a dos invasores más, advirtiendo que va tras todos los responsables de la devastación en su territorio.
Con una acusación por bombardear pueblos ucranianos cerca de Járkov, la fiscalía ucraniana logró su segunda condena, aunque ésta menor a la primera contra un militar de 21 años por la ejecución de un civil. El tribunal de Poltova determinó que Alexander Bobikin y Alexander Ivanov, conductor y artillero detenidos, pasarán 11 años en prisión por la evidencia de que lanzaron misiles contra una escuela durante la guerra, acto que viola las “costumbres de la guerra”.
Los sospechosos admitieron su culpa y hasta mostraron arrepentimiento al ser declarados culpables, pese a que su defensa aseveró que ambos actuaron por órdenes de sus superiores, con miras a rebajar la pena que originalmente era de 12 años, según los fiscales del caso.
Con ello, el gobierno de Volodimir Zelenski engrosó la lista de procesos mientras aguarda por 80 más como uno contra un soldado identificado como Mijail Romanov por la violación de una mujer luego de asesinar a su esposo. Para ello cuenta con el respaldo de investigadores de países aliados como Estonia, Letonia y Eslovaquia, que colaboran para recabar pruebas de las atrocidades.
En tanto, Ucrania aún empuja el posible intercambio de defensores de Azovstal, quienes, según líderes prorrusos en Donbás, podrían ser juzgados y condenados a muerte en su propio territorio por crímenes de guerra, al acusarlos de atacar y asesinar a población de las zonas separatistas Lugansk y Donetsk, justo cuando los ocupantes dicen tener el control de Severodonetsk.
Además, el juicio ocurre mientras se reporta el hallazgo de más cuerpos de ucranianos, luego de que el Ministerio de Defensa ruso notificara a las autoridades que localizó hasta 150 cadáveres apilados en una camioneta al interior de la planta siderúrgica, mismos que ofreció entregar de inmediato, sin que se sepa hasta el momento cuándo y cómo.
Sobre este tema, las fuerzas invasoras no precisaron si se trata de víctimas que fallecieron durante los intensos combates que terminaron tras la rendición de los militares, por lo que no queda claro si algunos perecieron tras deponer las armas. Y sólo acusaron que detectaron al menos cuatro minas entre éstos, mismas que según su información harían explotar los locales para acusar a los rusos de más muertes.
Y es que el Kremlin continúa con sus planes de ofensiva en varios puntos de la nación asediada y contra países que insiste en llamar no amistosos.
En el primer escenario se reportó que sus soldados asumieron el control de gran parte de Severodonetsk tras un ataque aéreo contra la planta química en la región, hecho que Zelenski calificó de “locura”, por el tipo de materiales que hay en dichas instalaciones; sin embargo, recordó que tras 97 días en guerra prácticamente ya nada los sorprende por el nivel de daño que buscan causar los militares del país vecino.
Al respecto, el alcalde de Lugansk, Oleksander Striuk, admitió que la situación llegó a uno de sus peores momentos luego de tres meses en disputa y prácticamente los invasores lograron destruir casi todo el territorio.
En tanto, el Kremlin extendió el cierre de gas a Dinamarca, como ya anticipaba la nación, luego de negarse a pagar sus suministros en rublos, única moneda que maneja el gobierno ruso ante el cúmulo de sanciones económicas, que se extienden a sus bancos.
Un día después de hacer lo mismo con Países Bajos, la firma Gazprom indicó que a partir de hoy esa región ya no recibirá insumos; aunque como no hay gasoductos que las comuniquen directamente ésta podría obtener el energético de naciones vecinas.
En lo que pareció una respuesta, el bloque de los 27, que después de varias semanas acordó un embargo de hasta dos terceras partes del energético ruso, garantizó que suministrará las armas faltantes a Ucrania, pues la nación se ha visto vulnerada ante los embates del enemigo, pues ha perdido parte del equipo que enviaron por la guerra.
- El dato: Líderes del bloque de 27 admiten que no todos los países de la región respaldan una posible adhesión de Ucrania al grupo, pese a las muestras de apoyo que dan a Zelenski.
lemm.